Juan Carlos, Eduardo, Iñigo, Roberto, Héctor y Julen son seis bomberos del parque de Vitoria que este miércoles ponen rumbo al epicentro de los terremotos sufridos en Turquía y Siria para rescatar a personas supervivientes atrapadas bajo los escombros de los muchos edificios caídos.

Viajan de la mano de la ONG Acción Norte con un equipo al que se han sumado dos compañeros de Zamora y Canarias. Ya en Madrid, este martes ultimaron los preparativos antes de despegar a las seis y media de esta tarde a Estambul y de allí al aeropuerto operativo más cercano al epicentro de un terremoto que todavía sacude con virulencia y que ya ha provocado la muerte de miles de ciudadanos. 

“Andamos preparando lo necesario para poder trabajar allí; sobre todo herramientas para corte y penetración en estructuras de hormigón y ladrillo: sierras radiales, martillos percutores para perforar, motosierras...”, enumera el grupo, que agradece el material cedido por el parque de Bomberos de Vitoria y los turnos que en su ausencia cubren sus compañeros, así como el material de desescombro que les ha dejado Vialki. 

Calcula Juan Carlos Delgado que llegarán a su destino este miércoles a primera hora. Y, una vez allí, su tarea se centrará en la búsqueda y rescate de personas vivas. Es consciente de que el tiempo apremia, pero “estamos a tiempo, aunque la ayuda cuanto antes, mejor porque cada día que pasa siguen muriendo personas”, reconoce. 

De todas formas, “el periodo de supervivencia de una persona varía mucho y depende de las condiciones de salud en las que se encuentre, dónde está atrapada o encerrada, si tiene acceso a agua potable..., influyen muchas causas”, detalla.

Es su primer terremoto y, pese a que ayudó en un incendio en el Amazonas e intervino en el derrumbe de un edificio en Vitoria, sabe que va a ser un trabajo muy duro. “Nos esperan jornadas de turnos ininterrumpidos desde la mañana; por eso, vamos provistos de todo, transporte, alimentación, bebida, tiendas y sacos para dormir y herramientas de trabajo; allí tenemos que se totalmente autosuficientes”, entiende. 

"Cada minuto cuenta"

No obstante, vía telefónica están en contacto con autoridades turcas que les facilitarán su labor asignándoles una zona concreta de rescate, con alguna otra organización de ayuda en casos de emergencia y con un grupo con dos perros adiestrados en tareas de rescate. 

La situación es dramática, no se engaña. “Pese a que estamos acostumbrados a las catástrofes y desgracias personales, sabemos que va a ser duro mentalmente porque no sólo nos vamos a encontrar gente atrapada sino también familiares que nos van a querer arrastrar a sus casas, y vamos a tener que saber gestionar mentalmente esas difíciles situaciones”, sostiene.

mentalizados Además de mentalizados, están pendientes de las adversas condiciones meteorológicas que también influyen a la hora del rescate, puesto que las bajas temperaturas pueden desembocar en hipotermias. “Y no sólo entre las personas atrapadas, también entre la gente que se encuentra por las calles sin un techo bajo el que cobijarse; además, las canalizaciones se habrán roto y será difícil encontrar agua potable o tener luz, ya que todas las fuentes de abastecimiento y de víveres se han visto afectadas”, puntualiza.

Tienen billete de vuelta para el martes. “Nuestra misión consiste en sacar gente con vida, no vamos con intención de sacar cadáveres, que también habrá que hacerlo, sino de rescatar a personas vivas porque cada minuto cuenta”, indica.