Lapuebla de Labarca tendrá completamente operativo el primer albergue del Camino Ignaciano en Rioja Alavesa en los primeros días de septiembre, una vez que han llegado los muebles comprados por el Ayuntamiento y sean instalados por los operarios municipales.
Maite Córdoba, la alcaldesa, contaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que “enseguida nos pondremos en marcha porque ya tenemos organizado cómo va a ser el acceso y la gente que lo necesite utilizar lo podrá reservar a través de internet. Una vez hecho el ingreso les facilitaremos un código para poder entrar”. Para la alcaldesa ese es el método más efectivo y fácil y el que menos coste ocasiona al Consistorio.
Explica que se aprovechó el edificio municipal de la antigua Hermandad para acondicionarlo y acoger a 6 u 8 peregrinos. Aunque no es un espacio muy grande, cuenta con una cocina, servicios y un salón en la planta baja y dormitorios con literas en la estancia superior. A finales de año, la parte que está cedida a Telefónica será devuelta al Ayuntamiento, lo que nos da nuevas posibilidades de ampliación. Esperamos que los peregrinos, al poder pernoctar en Lapuebla, puedan conocer el pueblo y los servicios y atractivos que ofrece. Añade que con la pandemia bajaron mucho los caminantes del Ignaciano, pero este año “se ven hasta grupos, franceses y de otras nacionalidades, que llegan incluso con traductores”, lo que demuestra su interés.
El otro gran proyecto en el que trabaja el equipo municipal es darle una utilidad al edificio conocido como La Casona. “Una de las necesidades de Lapuebla es que no tiene un lugar como Casa de Cultura o Centro Social y con la pandemia se hizo más evidente esa necesidad, porque se tuvieron que externalizar muchas actividades que se llevaban a cabo en la ikastola porque rompía los grupos burbuja que prevenían contagios.”. De esa manera, lo que se podía hacer, como pilates, gimnasia y otras se hacían en los bajos del ayuntamiento “pero ese local da para lo que da. Además también está el KZgunea, así que la necesidad era muy real”.
Por esa razón el Ayuntamiento recurrió al Plan Foral y les fue concedida la ayuda. El comienzo de las obras será en el año 2024, ya que todavía no está desarrollado el actual que se dedica a la urbanización del Barrio de las Bodegas.
Maite Córdoba cuenta que La Casona “es un edificio impresionante, muy grande, que precisa de una inversión también muy grande, aunque cuenta con forjados y cubierta nuevos. Lo queremos dotar de diferentes salas, una biblioteca, llevar el KZgunea, instalar una pequeña cocina para hacer cursos o celebrar algún evento. Pero sin duda es un edificio que tiene muchas posibilidades en su planta baja y tres alturas”. Lo cierto es que en ese edificio se actuó para poner en marcha viviendas sociales, pero la crisis del ladrillo de 2008 paralizó el proyecto y desde entonces permanece cerrado, pero con una buena parte de obra de infraestructura realizada.
