El duodécimo Informe sobre la demanda turística elaborado desde el Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, entre las que se encuentra la de Rioja Alavesa, arroja datos muy positivos sobre la evolución del enoturismo tras los meses de pandemia. Y es que el gasto del enoturista continúa en ascenso y se sitúa en 173,12 euros al día, lo que supone una cifra de 424,14 euros por estancia.
El informe que acaba de ver la luz es especialmente relevante ya que analiza el periodo comprendido entre el segundo semestre de 2020 y el primero de 2021, es decir, los meses correspondientes a la reactivación del turismo tras el confinamiento provocado por el covid-19. Una reactivación que ha tenido diferentes etapas y altibajos pero en la que el enoturismo representado por Rutas del Vino ha sido uno de los productos más solicitado y valorado.
Así se deduce de los datos extraídos de este Informe sobre la demanda turística en el que se analizan aspectos como los destinos elegidos, las motivaciones del viaje, el perfil sociodemográfico del visitante, la duración de la estancia en destino y el gasto, entre otros aspectos. Precisamente este último factor, el gasto medio por persona, es uno de los que dan cuenta de esa recuperación del sector. Ha experimentado un crecimiento de 11,07 euros respecto al estudio anterior, y se sitúa en 173,12 euros por persona y día. Esta cantidad continúa siendo superior al del turista general extranjero (147 euros al día, según el último informe del INE-Egatur) y al del nacional (43 euros al día, según datos Familiatur).
El dato del gasto por persona, unido a otro de los parámetros analizados, el tiempo de estancia en destino, permite conocer el gasto medio en estancia. Teniendo en cuenta que los di?as de media en cuanto a la estancia en destino se sitúan en 2,45 días (también ha crecido con respecto al periodo anterior), la cifra del gasto medio total en estancia alcanza los 424,14 euros.
En relación a los datos de estancia, también es reseñable que continúa el aumento de las pernoctaciones. Cada vez son más quienes pernoctan en destino frente a los que realizan solamente viajes de excursión. El porcentaje ha aumentado de 62,94% a 66,07%. Además, el nuevo informe destaca un cambio en el tipo de alojamiento elegido por los enoturistas: los hoteles han sido superados esta vez por los alojamientos rurales a la hora de elegir dónde hospedarse, algo que solo había ocurrido durante el análisis de 2019. El 22,10% de los visitantes han elegido esta opción, frente al 18,60% que lo hizo en el periodo anterior.
También ha aumentado el porcentaje de quienes han optado por alojamientos en casas de amigos o familiares (20%), situándose como segunda opción. Por detrás quedan ahora los hoteles de cuatro estrellas, elegidos por el 17,89% de los enoturistas, frente al 22,20% que lo hizo en el anterior periodo estudiado.
La manera de viajar que tiene el enoturista de las Rutas del Vino continúa siendo, mayoritariamente, en pareja. Esta modalidad ha aumentado con respecto al estudio anterior y representa ya el 49,95% de los visitantes. Le sigue la modalidad de grupo de amigos, aunque los datos muestran que ha disminuido en relación a los últimos datos recogidos, igual que ha ocurrido con los grupos organizados, algo lógico cuando el periodo de análisis corresponde a los meses en los que, además de la iniciativa del propio viajero, estaban presentes las restricciones de aforos y grupos de convivencia. El tamaño medio del grupo durante estos meses ha sido de 3,35 personas.
Dentro del análisis de la composición del grupo, el nuevo informe destaca también el aumento de las personas que viajan solas (llegan al 4,65%) y de las familias con niños (12,14%), lo que parece indicar que el enoturismo se contempla cada vez más como alternativa vacacional familiar.
En cuanto a las motivaciones principales que llevan a los viajeros a las Rutas del Vino de España, el enoturismo ha pasado durante estos últimos meses al segundo lugar (elegido por el 37,85%), siendo el ocio y las vacaciones la primera de las razones, con el 39,04%. Es un dato que está en concordancia con los anteriores y que da cuenta de posibles nuevos visitantes que han llegado a las rutas. Una de la razones habría que buscarla en las características mismas del producto Rutas del Vino, un modelo de turismo donde priman los entornos rurales y menos masificados, donde se realizan experiencias adaptadas a muchos ámbitos y edades, y en el que la gastronomía juega igualmente un papel importante. A todo ello hay que sumar la calidad ofrecida por los establecimientos que forman parte de las rutas, así como todas las acciones implementadas y adaptadas durante este periodo.
Todo lo anterior se ve reflejado en otro de los datos aportados por el nuevo informe y que tiene que ver con la satisfacción del visitante. Todos los medidores de esa satisfacción han aumentado, situando la satisfacción global de la visita a las Rutas del Vino de España en 8,92 puntos sobre 10, una de las más altas de entre todas las propuestas turísticas de nuestro país. De ahí también que el 99,49% de los enoturistas manifiesten que recomendarían el viaje a cualquiera de los destinos de las actuales 34 rutas que forman parte de la marca. Entre las rutas del vino que se recomiendan más o que se vuelven a visitar, según el informe, esta?n algunas como Rioja Alavesa, Rioja Alta, Ribera del Duero, El Bierzo, Penedés y Rueda.
En cuanto a las rutas que los enoturistas desean conocer, los primeros puestos los ocupan El Bierzo, Rioja Alavesa, Navarra, Somontano, Penedés y Rueda.
Más público femenino. El porcentaje de hombres y mujeres que visitan las Rutas del Vino continúa siendo similar, pero el informe muestra un nuevo aumento del público femenino: el 57,71% de los enoturistas de las rutas son mujeres, mientras que los hombres representan el 42,29%. Los grupos de edad más presentes son los situados en las franjas de entre 36-45 años (32,99%) y entre 46-55 (28,15%). En cuanto a la vinculación con el mundo del vino, el 40,04% manifiesta ser aficionado, es decir, conoce algunas características.