n unos pocos días, el diputado general de Álava, Ramiro González, y la diputada de Hacienda, Itziar Gonzalo de Zuazo, presentarán públicamente el proyecto de Presupuestos para el próximo ejercicio 2022, el paso inicial para un recorrido de varias semanas en las Juntas Generales que se saldará, salvo sorpresa mayúscula, con la aprobación escasos días antes de las vacaciones de Navidad de las primeras Cuentas tras la salida de la situación de emergencia pandémica. El Presupuesto para 2021 fue aprobado a finales de enero de este mismo año porque el gobierno foral esperó a diciembre para presentar su proyecto, como consecuencia de la incertidumbre derivada de la crisis sanitaria y económica.
Los técnicos de Hacienda ultiman en estos días sus contactos con el resto de departamentos para repartir los fondos de las cuentas, que contarán con las primeras partidas de un plan de inversiones de cara a 2025 de 500 millones de euros. Este impulso a la economía se sustenta en las buenas previsiones en torno a los ingresos, y en ese sentido, según fuentes de la institución foral, "todo hace indicar que habrá una recaudación récord", aunque también hay "amenazas en el horizonte", como la subida de los precios de las materias primas.
Ademas, la nueva metodología de aportaciones, los objetivos de déficit y deuda para 2022 y las ayudas europeas contribuirán a sufragar esas inversiones en proyectos sociales, medioambientales, de carreteras, culturales, y en la digitalización del territorio.
Para sacar adelante estas cuentas, que contendrán "el mayor esfuerzo inversor de la historia de la institución", según anunció en el debate de Política General de septiembre el diputado general, Ramiro González, el gobierno foral no necesita apoyos externos. Los votos de PNV y PSE, socios en el Ejecutivo, bastan para aprobar los Presupuestos, pero ya en aquel debate González apeló a la oposición para contar con el mayor respaldo posible, si bien aseguró confiar únicamente en la "voluntad real" de Elkarrekin Araba, y prácticamente dio por descartado un pacto con EH Bildu o PP.
En todo caso, aunque la mayoría absoluta esta ahí, queda por delante todo un proceso que arrancará cuando, tras su aprobación en Consejo de Gobierno, Itziar Gonzalo entregue al presidente de las Juntas Generales, Pedro Elósegui, el proyecto de Norma Foral de Presupuestos para el Territorio Histórico de Álava para el ejercicio 2022 en una memoria USB, la clásica fotografía que da inicio a las tramitaciones presupuestarias de las Juntas, del Parlamento Vasco o del Congreso de los Diputados. Este paso, en virtud de la correspondiente Normal Foral, se debe dar como muy tarde el 15 de noviembre.
Tal y como indican a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA desde la cámara alavesa, normalmente el mismo día en el que la diputada de Hacienda entrega el documento al presidente de las Juntas, la Mesa se reúne para calificarlo y empiezan a contar los plazos.
El Capítulo V del Reglamento de las Juntas establece en el artículo 151.1 que la Mesa remitirá el proyecto a los grupos junteros para que procedan a su análisis "durante un plazo no superior a diez días", y añade en el apartado 2 que se abrirá otro plazo, también de diez días, "en el que podrán presentarse en la Secretaría General alegaciones por parte de la ciudadanía, de forma individual, o a través de asociaciones u organizaciones", previa exposición pública del documento.
En estos diez días en los que los grupos deberán estudiarse el proyecto del gobierno, los diputados de los diferentes departamentos irán pasando por la comisión de Hacienda para "realizar la presentación oficial de sus respectivas áreas y secciones, así como para responder a cuantas solicitudes de información y aclaración de dudas les sean presentadas sobre la naturaleza y alcance de las diferentes partidas", según señala el 151.3.
A partir de aquí se abre el plazo de enmiendas totales y parciales, que deben ser calificadas por la mesa, según el artículo 151.4, que añade que "el proyecto de norma foral de Presupuestos podrá ser enmendado en su totalidad, en el texto articulado, en una sección completa o en sus programas, capítulos, artículos, conceptos y partidas y memoria, a través de los grupos junteros". En este ejercicio se puede avanzar, con casi total seguridad, que el trámite de enmiendas a la totalidad reflejado en el artículo 152.1, si se presentaran por parte de algún grupo de la oposición, se saldará con su rechazo. Comenzará entonces el farragoso debate de las enmiendas parciales, centenares de correcciones que decaerán o se aprobarán por voto ponderado en comisión (artículo 152.2).
El 152.3 señala que el dictamen que salga de esas maratonianas sesiones irá a Pleno con las enmiendas aprobadas, y ahí se ratifica o no. De cumplirse las previsiones y contar con un Presupuesto para 2022, la diputación podrá, en virtud del artículo 153, presentar proyectos de norma "que impliquen aumento del gasto público o disminución de los ingresos".
Expectativa económica. Por un lado, la Diputación Foral de Álava confía en disponer de una recaudación de récord para confeccionar sus Presupuestos para 2022, aunque por otro el incremento de precios de las materias primas amenaza a la buena marcha de la economía. La nueva metodología a aplicar a la Ley de Aportaciones, los objetivos de déficit y deuda para el año 2022 y las ayudas europeas contribuirán a engrosar el capítulo de ingresos.
Mayorías. El gobierno foral, al que sustentan con mayoría absoluta el PNV y el PSE-EE, no precisa de apoyos externos para sacar adelante las cuentas para la diputación, aunque hay contactos con los grupos para ensanchar el respaldo en la cámara alavesa al proyecto presupuestario.
Plazos. Si bien el año pasado el diputado general, Ramiro González, retrasó un mes la presentación de las cuentas ante la incertidumbre causada por la crisis sanitaria y económica, en esta ocasión la fecha límite del 15 de noviembre establecida por Norma Foral se mantiene vigente. Así, el Pleno de debate sobre el texto definitivo del Presupuesto 2022 para Álava se celebraría días antes de las vacaciones de Navidad.