Todos los días puede surgir una oportunidad ideal para redescubrir, y tal vez ver con otros ojos, los rincones más emblemáticos y los más desconocidos de la capital alavesa, además de poder disfrutar de la mejor gastronomía alavesa en los restaurantes de Vitoria.
Aquí va una selección de diez de estos lugares en los que perderse en estos días en los que el ocio y la prevención pueden ir perfectamente de la mano.
Campas de Armentia
Visitar las campas de Armentia es una cita ineludible, un buen punto de la ciudad en el que pasar un rato rodeados de naturaleza.
Estas campas que rodean la Basícila de San Prudencio son, al fin y al cabo, un lugar ideal para hacer un picnic; sin olvidar, eso sí, las medidas de seguridad dictadas por el departamento de Salud. También se puede aprovechar, en este caso, la ocasión para visitar la Basílica y honrar al patrón.
Y es que el propio Ayuntamiento recuerda que es uno de los templos románicos "más emblemáticos" de la provincia. La actual edificación pertenece al siglo XII. Rememoran además que en el XVIII se llevó a cabo una gran reforma del templo alterando gran parte de su estructura original. "El edificio cuenta con una planta de cruz latina, una nave crucero y cabecera con ábside semicircular", describen.
Humedal de Salburua
Para los amantes de la naturaleza, otra opción es visitar el de sobra conocido humedal de Salburua. En la actualidad es uno de los humedales continentales más valiosos del País Vasco, Humedal Ramsar de Importancia Internacional y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) dentro de la Red Europea Natura 2000.
Se puede recorrer desde diferentes itinerarios y hacer una parada obligatoria en el centro de interpretación Ataria, previa reserva en el 945 254 759.
La Florida
Si bien en navidades es cuando más visitantes acoge este icónico parque, La Florida adquiere en primavera los tonos propios de esa época y luce en estos momentos en todo su esplendor. Es por eso que para muchos vitorianos pasear por entre las flores, los árboles y las plantas es de obligado cumplimiento también en estos momentos.
¿Y por qué no aprovechar, además, que este emblemático lugar está de aniversario este año? Y es que este parque ha cumplido, sin ir más lejos, 200 años de historia que han traído consigo numerosas vivencias y anécdotas.
Plaza de la Burullería
Adentrándonos en el Casco Histórico de la ciudad, otro rincón que podemos redescubrir es la plaza de la Burullería, una plaza adyacente a la catedral de Santa María donde, en época medieval, se llevaba a cabo el mercado de la lana.
Ahora, uno de sus aspectos más destacados es el mural que la decora, ya que desde allí se puede aprovechar la oportunidad de hacer un recorrido por todos los murales que llenan de color el Casco Histórico y sus calles.
Catedral de Santa María
Unido a la plaza de la Burullería, otra parada imprescindible es la Catedral de Santa María, cuya historia habla por sí sola. Los vitorianos que lo deseen, podrán hacer un recorrido por la catedral, la torre e incluso la muralla en una de las muchas visitas guiadas que organiza la Fundación Catedral de Santa María.
Eso sí, para poder disfrutar de una de estas visitas en las que conocer el pasado de Vitoria y sus orígenes es necesario hacer una reserva previamente en su página web.
Plaza del Machete
Otra opción es la de pasear por la plaza del Machete y redescubrir su historia, retrotraerse a tiempos pasados observando el machete que, guardado en una vitrina, atesora la historia del lugar.
El Consistorio recuerda que este tradicional espacio debe su nombre a que en una hornacina del ábside de San Miguel se conservaba el ya citado machete vitoriano sobre el cual juraban sus cargos los representantes de la ciudad. También se la conocía como La Plazoleta del Juicio, ya que allí era donde se realizaban las sentencias a muerte por garrote vil.
Museo Bellas Artes
Con aire palaciego, el Museo Bellas Artes es otra de las piezas que se pueden redescubrir en esta festividad de San Prudencio. Este edificio, el palacio Agustín Zulueta, alberga en su interior una exposición permanente que puede visitarse, aunque sus jardines son otro de sus principales atractivos.
Toda la información relativa a exposiciones, actividades y las virtudes que tiene este museo pueden consultarse en la página web de Arabako Arte Ederren Museoa.
Plaza Nueva
Por supuesto, después de los paseos por la naturaleza y el recorrido por la historia de la ciudad, se puede aprovechar la ocasión de reponer fuerzas en cualquiera de los bares de la ciudad; por ejemplo, al sol del mediodía en la Plaza Nueva.
La primavera brinda, al fin y al cabo, la oportunidad de, con sus temperaturas agradables y si el clima acompaña, disfrutar de alguna terraza en un día festivo y tranquilo.
Plaza de la Virgen Blanca
Junto a la Plaza Nueva, la de la Virgen Blanca es otra ubicación apropiada para disfrutar en una terraza al sol, o incluso en un banco, reposando tranquilamente después de todo un día recorriendo la ciudad.
Rodeada de tiendas, bares y otros rincones perfectos para perderse, no está de más pararse a echar un vistazo al musgo que la decora, o al monumento en recuerdo a la Batalla de Vitoria, símbolos que enamoran a vecinos y foráneos.
Nuestra Señora de Estíbaliz
El décimo, pero no por ello menos importante, rincón en el que perderse por un día es el Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz. A él se puede llegar también en bicicleta, después de realizar un agradable recorrido de cerca de una hora.
En estos momentos, y debido al covid, las visitas regulares están suspendidas, pero el edificio y sus alrededores también son dignos de admirar.