Libres son quienes crean, no quienes copian; quienes piensan, no quienes obedecen. La citada es la máxima que utiliza como preámbulo Miren Larrion en su cuenta de Twitter. La hasta ayer portavoz del grupo municipal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria podría hacer de esa frase bandera si quiere introducir algún matiz diferente al oficial para explicar su baja como cabeza principal de la izquierda abertzale en el Consistorio, circunstancia que, desde que se conoció a media tarde a través de un tuit de la cuenta oficial de EH Bildu en la citada red social, se tradujo en una cascada constante de rumores sobre una decisión que amenaza con desestabilizar a la formación en la capital. Pese a ello, nadie de ese ámbito quiso dar explicaciones pese a la insistencia. Ella tampoco.
El comunicado de EH Bildu no explica la causa. Solo la decisión adoptada. “Hemos aceptado la dimisión de la portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Gasteiz, Miren Larrion, por unos hechos de ámbito personal. Estos hechos vulnerarían el código ético que suscriben en su totalidad tanto los cargos públicos como los orgánicos del soberanismo de izquierdas”. Así, sin más, circunstancia que abrió de inmediato una cadena de reacciones de quienes lamentaban la salida de Larrion de la vida municipal gasteiztarra, de quienes intentaban buscar explicaciones en el ámbito meramente doméstico y de quienes se aventuraban a explicar la dimisión como parte de una estrategia de la izquierda abertzale más pura para retirar de la portavocía en Vitoria a una voz no siempre alineada con la oficialidad.
En cualquier caso, lo que es una certeza es que desde ayer mismo es oficial la baja de Larrion como concejala gasteiztarra y que, de momento, se desconoce la identidad del edil encargado de entrar por ella a la Corporación vitoriana o si la coalición abertzale echará mano de la plancha con la que concurrió a las pasadas elecciones municipales para encontrar un relevo.
Habrá que esperar a una próxima comunicación para entender las razones esgrimidas por EH Bildu para apartar a Larrion de su cargo y del escaparate político gasteiztarra. De momento, la literalidad de un mensaje es la única explicación dada ante una decisión de amplio cariz político.
“Hemos aceptado la dimisión de Miren Larrion por hechos de ámbito personal”
“Estos hechos vulnerarían el código ético que suscriben los cargos públicos”
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