Tos, congestión nasal, lagrimeo, mocos, dificultad para dormir, irritabilidad, pérdida del apetito... Son manifestaciones de una infección vírica tan común en los niños como es el catarro, muy frecuente durante los primeros años de vida. Tanto es así, que es normal que aparezcan de seis a ocho al año, incluso más, si el pequeño acude a guardería. No obstante, se resuelve de manera natural pasados entre tres y diez días, sin necesidad de tratamiento.
La imagen se repite todos los inviernos cuando las consultas de Pediatría se llenan de padres con hijos aquejados de catarro y gripe y los contagios se suceden en colegios y familias, salvo éste. La era covid los ha desterrado. Los casos han descendido de forma notable desde la aparición del coronavirus, tanto de las consultas como de las urgencias pediátricas.
Que el covid ha arrinconado a la gripe es un hecho. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de los profesionales de las urgencias pediátricas de Txagorritxu es la caída de ingresos de lactantes (menores de dos años) por bronquiolitis aguda causada por el virus respiratorio sincitial. "En 32 años que llevo trabajando, es el primero que, a día de hoy, no hemos tenido ningún ingreso; es lo que más nos ha sorprendido", explica Juan Ignacio Montiano, jefe del servicio de Pediatría en OSI Araba. Sobre todo, teniendo en cuenta que la incidencia en un año normal, sin pandemia, viene a ser de cien ingresos. Tampoco se ha diagnosticado ningún virus respiratorio sincitial en el laboratorio de microbiología de la OSI Araba. En general, todos los cuadros derivados de infecciones víricas propias de los meses de invierno han descendido.
Así, las urgencias hospitalarias pediátricas han caído en Euskadi hasta situarse en un 60% de las habituales, comparando el año 2019 con 2020. En Álava, las urgencias hospitalarias de Pediatría han bajado a la mitad durante los cinco meses transcurridos entre septiembre y enero. Por su parte, en Atención Primaria de la OSI Araba, la asistencia también se ha reducido en dicha proporción, compensando, eso sí, con las adecuadas y protocolizadas consultas telefónicas y manteniendo un correcto control de los procesos que requieren visitas presenciales.
Pese a que la actividad está al 50% en las consultas y urgencias pediátricas de Álava, el trabajo del personal sanitario continúa siendo "muy intenso", apunta Montiano. Y es que, los protocolos de la covid han complicado a los pediatras el trabajo que conlleva atender a cada paciente, debido a las medidas protectoras que tienen que adoptar para evitar contagios de coronavirus. Después de casi un año de lucha contra la pandemia, el jefe del servicio de Pediatría subraya, ante todo, el buen hacer de todo el personal sanitario. Del mismo modo, elogia el "exquisito" trabajo realizado en el área de educación a lo largo de este curso escolar para frenar la entrada del virus a las aulas. "Tras las vacaciones de verano hubo un repunte de urgencias con la vuelta al cole, que pronto se estabilizó", apunta.
En cuanto a la gripe, "agazapada" este invierno, Montiano considera que, "probablemente, no hay apenas casos en niños por las medidas de protección que cumplimos la mayoría de los ciudadanos adultos". Medidas para prevenir contagios de coronavirus, como higiene de manos, utilización de mascarilla, distancia entre personas... Que son prácticamente las mismas que cada año aconseja Osakidetza para prevenir procesos gripales. Al final, "les estamos protegiendo", indica Montiano.
Aun así, aunque "la gripe esté de momento agazapada, no podemos cantar victoria, porque lo mismo empiezan a darse casos los próximos meses, ya que es lo que dicen que está sucediendo en los países del hemisferio sur, que la gripe se ha desplazado a la primavera. Yo, por si acaso, estaría atento", advierte el jefe de Pediatría en la organización sanitaria OSI Araba.
A día de hoy, hay onces niños ingresados en la planta de hospitalización de Txagorritxu y catorce en neonatal. Ninguno por gripe ni bronquiolitis aguda provocada por virus respiratorio sincitial cuando "cualquier otro año estaríamos a tope, con el doble de pacientes ingresados". En OSI Araba suelen atender 31.000 urgencias pediátricas al año y 16.000 suelen ser concentradas en los cinco meses de más cuadros gripales. Sin embargo, este año, el menor movimiento se ha notado, sobre todo, en Navidad, época de mayor incidencia un año normal, sin la espada de Damocles de la pandemia.
A lo largo de estos meses de emergencia sanitaria, tres niños se pusieron muy malitos e ingresaron en la UCI por culpa de la covid, pero "evolucionaron bien", indica Montiano. Y, a pesar de que la incidencia del coronavirus es menor entre los más pequeños, ve lógico que se incluya en el plan de vacunación a aquellos menores que padecen patologías crónicas, toman medicación o se inoculan todos los años contra la gripe.
Sobre otras urgencias habituales entre los pequeños, como roturas de muñecas, esguinces, etc, afirma que los datos son muy parecidos. "Sí se detectó un descenso durante el confinamiento, pero una vez que salen a la calle, los niños siguen haciendo lo mismo", constata.
"En 32 años, es el primero sin ingresos de bronquiolitis por el virus respiratorio sincitial"
Juan Ignacio Montiano
Jefe de Pediatría en OSI Araba