- Álava es en un territorio pequeño, pero su accidentada orografía hace que haya dos climas bien diferenciados, como señala Onintze Salazar. “En las zonas de influencia del mar Cantábrico se suavizan las temperaturas porque el aire se enfría y se calienta muchísimo más rápido que el agua, de manera que cuando el aire se enfría el agua todavía no ha perdido su calor y eso hace que las zonas cercanas a la costa tengan inviernos más suaves y veranos también, por la entrada de la brisa”, explica.
En Álava, esta circunstancia se deja sentir principalmente en Ayala y Aramaio, “pero en cuanto pasamos a la vertiente mediterránea, todo el centro y sur de Álava, ahí ya nos encontramos en general con que el mar no influye, estamos a una altitud mayor, de en torno a 500 metros, y eso hace por un lado que los veranos y los inviernos sean mucho más rigurosos, pero también permite que el tiempo sea mucho más seco”, señala la meteoróloga.
La razón es que “el aire muy húmedo del mar entra tierra adentro empujado por el viento del norte y deja precipitaciones. Las nubes descargan en la vertiente cantábrica porque tienen que ascender las montañas para subir a Álava, y cuando una masa de aire se ve obligada a ascender se enfría, se condensa y deja la precipitación”, concluye la meteoróloga Salazar.