Vitoria- El ocio nocturno de Vitoria paraliza su actividad con el cierre de salas de conciertos y discotecas "con el objetivo de no contribuir a la propagación del coronavirus", mientras los restaurantes de la ciudad sufren un alud de cancelaciones en sus reservas.
Las tres principales salas de conciertos en la ciudad, Jimmy Jazz, Hell Dorado y Urban Concept, han decido este jueves cerrar sus negocios "para contribuir al control del COVID-19", misma decisión que han tomado discotecas y salas de fiesta como Mitika y Kubik.
Uno de los portavoces de las salas Jimmy Jazz y Kubik, que mantienen la misma gerencia, ha explicado a Efe que sus espacios de ocio nocturno permanecerán cerrados hasta nuevo aviso "en función de la evolución de la enfermedad y siguiendo las recomendaciones de Sanidad". De esta forma, la sala Jimmy Jazz da un paso más tras haber aplazado en un principio todos sus conciertos hasta el 27 de marzo.
Por su parte, el productor de Hell Dorado, Iñaki Urbizu, ha comentado que "al aplazarse los conciertos, la sala cierra al público" en un principio hasta el 27 de marzo, aunque ha augurado que "será durante más tiempo", ya que "la situación se complica con los problemas que pueden tener los grupos estadounidenses a la hora de salir de su país".
Una socia de la sala Urban Concept ha informado de que el espacio "paraliza su actividad musical durante los próximos 15 días" y que analizarán "en una próxima reunión su cierre completo o su apertura limitada a un par de horas".
Desde la discoteca Mitika también han indicado que la sala baja la persiana "hasta nuevo aviso". "Aunque se nos permite abrir reduciendo el aforo y los daños económicos son muy importantes, tomamos esta decisión para colaborar con la situación actual", han dicho las fuentes consultadas.
La situación en la hostería parece ser diferente, ya que restaurantes y bares optan por mantener su actividad, a pesar del considerable incremento de cancelaciones que padecen.
El propietario del Zaldiaran, Gonzalo Antón, ha calificado como "una debacle" la situación actual ante las anulaciones que sufre su negocio. "Tenemos 250 personas de aforo, 20 trabajadores en plantilla para dar de comer a 4 comensales. Esto no puede seguir así, la gente tiene miedo a salir y espero que Sanidad diga que se cierra".
También se mantiene a la espera de la decisión que tome Sanidad el restaurante El Portalón que ha visto como "han cancelado casi todo el sábado cuando lo teníamos completo". El responsable del restaurante Andere, Fabián Tobalina, ha cifrado en "un 40 % las reservas anuladas", ya que "en dos semanas nos han cancelado 250 comensales" y ha demandado tomar "medidas consensuadas entre todos en el sector de la hostelería".
Hay espacios en los que la actividad continúa, pero limitando su aforo. Marisol Vega, responsable del servicio de protocolo municipal del Ayuntamiento, ha declarado que "no se ha cancelado ninguna boda, pero este sábado hay una con 150 personas que tenemos que reducir hasta un tercio". "Si hubiera cancelaciones (hay programados 7 enlaces hasta abril, y de mayo a octubre está ya todo completo) se les devuelve el dinero", ha expuesto.
Por su parte, los cines limitan su aforo al 33 % y garantizan que las personas puedan separarse por la sala al haber mayor espacio en un sector que prevé que se vayan a posponer varios estrenos.
A pesar de la concentración en sus espacios, los gimnasios de la ciudad mantienen su actividad incrementando "las medidas de limpieza". El gerente del K2, Iñaki, ha reclamado que sea "el Gobierno Vasco quien marque las pautas", ya que "no tiene sentido que unos cierren y otros no".