VITORIA - Incrustado en el Anillo Verde que circunvala la capital alavesa en las inmediaciones del río Zadorra, cerca de Abetxuko, se extienden una veintena de hectáreas que conforman el proyecto Basaldea. Aunque es una idea que se viene madurando desde hace ocho años, es desde 2017 cuando ya son visibles los frutos de esta iniciativa orientada al fomento de la agricultura ecológica en Gasteiz. En esa fecha se pusieron a disposición de quienes están interesados en hacer de la agricultura ecológica su modo de vida una docena de parcelas, con extensión superior a una hectárea, y una serie de facilidades para "demostrar que hay capacidad de producción agrícola, desarrollar la estrategia agroalimentaria de Gasteiz, apostar por productos de kilómetro cero y avanzar en los objetivos de la economía circular", explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Juncal Ibeas, responsable del servicio de empresas del Ayuntamiento de Gasteiz. Basaldea engloba un conjunto de variopintas acciones que, desde la fórmula del emprendizaje y el autoempleo quieren "acercar el mundo agrario a la realidad, apoyar la conversión de explotaciones agrarias tradicionales a ecológicas, formar a personas desempleadas y rejuvenecer a quienes trabajan en el mundo del agro", enumera en su explicación Ibeas.
ACCIONES FORMATIVAS En el abanico de actividades hay también hueco para la formación de los futuros profesionales de la agricultura ecológica. Durante estas fechas está abierto el periodo de inscripción a dos cursos que darán comienzo en breve. El primero de ellos se orienta al manejo de la materia orgánica y elaboración de biofertilizantes. Se compone de 54 horas lectivas, a impartir entre lunes y miércoles a partir del 24 de febrero. El segundo de ellos instruirá al alumnado sobre la horticultura regenerativa, durante un periodo de 15 horas lectivas. Arrancará el 25 de marzo y se busca con esta acción formativa "recuperar la tierra y devolverle todos esos nutrientes que se extraen de ella", concreta Marina Mesanza, técnica de empleo que también conoce los entresijos del proyecto Basaldea. La matrícula de ambos es económica y se ha fijado un precio de 41,50 para cada uno. Hay también un tercer curso, de más de 400 horas de duración, versado sobre la agricultura ecológica y que se imparte en colaboración con la escuela agraria de Arkaute.
EL SEMILLERO DE EMPRESAS La solidez y fortaleza de Basaldea se sustenta en pilares fundamentales como poner en valor la tierra inutilizada y poco productiva dentro del término municipal de Gasteiz. "Suplimos esa falta de agricultores y de terreno con el semillero de empresas y la opción de disponer de alguna de las parcelas por un periodo de hasta diez años", apostilla Ibeas. Alude también la responsable municipal a esa vertiente "poco atractiva" del sector agrario pero que gracias al semillero "es el mejor altavoz de que esta agricultura ecológica puede llegar a ser rentable", reconoce. Esa producción que se obtiene de los huertos fomenta el comercio de proximidad con el centro de apoyo logístico y de distribución en la Plaza de Abastos. "Hay un punto de venta en la terraza de la plaza y también en el primer sótano una zona de manipulado con cámaras de seco y frío, en función de lo que requiera el producto", especifica Ibeas.
En esa idea de fomentar la cercanía entre productores y el consumidor final, Basaldea cuenta con una flamante zona de lavadero de las frutas y verduras allí obtenidas. También se aprovecha este punto como mercado al que acuden los grupos de consumidores habituales y nuevos adeptos que se enganchan cada día a la agricultura ecológica. Durante todos los miércoles de verano, en horario matinal y vespertino, empieza a ser toda una tradición la venta directa de cebollas, calabacines, pimientos o tomates que se extraen de alguna de las tres parcelas de Basaldea que están a pleno rendimiento.
La puerta está abierta a los nuevos emprendedores que se quieran adentrar en esta senda de la agricultura ecológica. "Deben tener claro que esto son huertos de negocio y no de ocio", define de manera gráfica y explicativa Mesanza el principal requisito que deben contar los futuros productores. A todo ello deben unir un mínimo de 250 horas de formación en esta materia para desempeñar la tarea y la "obligación de darse de alta como empresa agraria y también en el consejo regulador de agricultura ecológica", desgrana Ibeas sobre una de las parcelas ya ocupadas de Basaldea. Para facilitar esos primeros pasos, en los dos años iniciales se subvenciona el 50% de la renta, que asciende a 300 euros por cada hectárea al año. Los servicios municipales asesoran también sobre los planes de viabilidad para darle el enfoque correcto a cada proyecto que les llega y evitar que se pueda truncar antes de tiempo.
La semilla se ha sembrado con el proyecto Basaldea y tras completar los "primeros pasos" toca asumir que se trata de un proyecto "a medio plazo, pero que es el futuro", concluye rotunda Ibeas.