VITORIA - Las inminentes fiestas de La Blanca 2018 van a retumbar desde primera hora de la mañana con el caminar de los cientos de auroros que van a transitar las calles del Casco Medieval para recorrer todas las vecindades que cuentan con hornacinas dedicadas a la virgen. Además de anunciar las jornadas festivas en las que se sumergirá Gasteiz, a partir del próximo sábado, se cumple hoy una década desde que se logró rescatar esta tradición en el año 2009. Desde esa fecha, el evento ha ido ganando en relevancia, se ha asentado entre la programación previa al ciclo festivo y se mantiene con todo el vigor habitual hace varias décadas.
Siguiendo el guion habitual que marca la jornada, se estipulan cuatro auroras, que coinciden con los cánticos por las diferentes calles de la originaria Gasteiz. Con puntualidad, arrancará la comitiva, a las 9.00 horas, con una primera concentración ante la hornacina de la Virgen Blanca para cantar el himno a la patrona de Vitoria y entonar la primera Aurora.
DEGUSTACIÓN DE COCHOCHOS A partir de ahí se adentrarán por la calle Correría para detenerse en tres vecindades que exhiben imágenes de la Virgen Blanca, Virgen de la Vega y a Santa Ana. Esta primera parte del recorrido concluirá en la plaza de la Catedral de Santa María, a las 10.00 horas, con otra repetición del cántico del himno a la patrona. Llegará el momento de reponer las gargantas con una chocolatada, ofrecida por la Virgen Blanca y atendida por Boilur y la sociedad Los Álava. La novedad de este ágape consistirá en pode degustar también los recién recuperados cochochos, como el tradicional postres que, tras varias décadas ausentes, se va a potenciar de nuevo desde el gremio de los pasteleros de Gasteiz.
Con el estómago saciado, se acometerá la última parte del recorrido por la calle Cuchillería, Los Arquillos y llegar de nuevo a San Miguel. En las escalinatas de la iglesia que lleva a la hornacina se hará la foto anual de los participantes y entonará de nuevo el himno.