Vitoria - El pequeño de cuatro años que fue hallado flotando boca abajo el pasado martes en las piscinas municipales de Gamarra continúa ingresado en la UCI pediátrica del Hospital de Cruces y su estado, de acuerdo con los últimos partes médicos, sigue siendo “muy grave” y su pronóstico “reservado”. Cuando fue encontrado por otro de los usuarios de la piscina, el niño había sufrido una parada cardiorrespiratoria y fue inmediatamente sacado del agua por uno de los socorristas del complejo deportivo. No obstante, se teme que en el caso de que supere esta crisis pueda padecer secuelas, ya que se desconoce el tiempo que permaneció inconsciente sin respirar y, por lo tanto, el periodo que el cerebro pasó sin oxígeno.
Tal y como indicaron ayer fuentes del Ayuntamiento de Vitoria, el incidente tuvo lugar a las 14.40 horas del pasado martes. Asimismo, confirmaron que el menor de edad fue localizado por un bañista flotando cerca de una de las escaleras que da acceso al vaso de la piscina familiar del parque municipal de Gamarra, y que se encontraba en parada cardiorrespiratoria. En ese momento, tres socorristas se encontraban en la piscina. Dos realizando el turno de vigilancia de toboganes, y otro efectuando la ronda de control del vaso. “Este último, en cuanto hubo aviso del bañista, procedió con la maniobra de rescate siguiendo los pasos establecidos para estos casos, mientras sus compañeros de turno solicitaban la presencia urgente de la enfermera”, manifestaron.
La concejala de Deportes de Vitoria, Estíbaliz Canto, señaló ayer en este sentido que el protocolo de vigilancia de los socorristas, consistente en un control visual de la instalación combinado con la atención a cualquier aviso que puedan emitir los usuarios, funcionó correctamente y que la atención prestada fue la adecuada. También constató que el niño se encontraba solo en el momento en el que se produjeron los hechos, si bien indicó que el Ayuntamiento no quiere incidir en este punto para no ahondar en el sufrimiento de la familia.
Evacuación Dos socorristas y la enfermera realizaron la técnica de reanimación cardiopulmonar, pero dada la gravedad de los hechos se pidió una ambulancia. Esta UVI móvil accedió hasta Gamarra en aproximadamente siete minutos desde su llamada, con la ayuda de los vigilantes y de los responsables del control de acceso. El personal de la ambulancia medicalizada, con la coordinación de la enfermera, procedieron a intubar y monitorizar las constantes del niño. Una vez estable, el equipo de asistencia procedió a evacuar al menor al Hospital de Txagorritxu, desde donde finalmente se decidió su traslado en helicóptero al centro vizcaíno de Cruces. El menor se encontraba en las piscinas acompañado por un tutor, un varón de unos 35 años de edad, que dijo ser su tío y que no se encontraba con él en el momento del incidente. - DNA