todavía se están conociendo, entre ellos y a los proyectos que les acompañarán durante esta aventura. Son los 16 jóvenes que han sido seleccionados en Álava para tomar parte en el programa Yuzz Jóvenes con ideas, un proyecto a nivel estatal nacida en el año 2009 con el objetivo de potenciar las iniciativas empresariales de jóvenes de entre 18 y 31 años. El mes pasado arrancó la quinta edición en Álava, de la mano de CEIA (Centro de Empresas e Innovación en Álava) y con el patrocinio del Gobierno Vasco a través de la SPRI.

Este año, como novedad, el centro de operaciones se traslada del Parque Tecnológico de Miñano al Centro de Investigación Lazcaray del Campus de Álava de la UPV. Allí ya han tenido lugar las primeras sesiones, con dinámicas que han servido para romper el hielo, para presentarse ante los compañeros y poner en común sus ideas, pero también para ganar confianza a la hora de hablar en público, algo a lo que van a tener que acostumbrarse pronto. Solo llevan un mes y ya han tenido la oportunidad de conocer de primera mano la experiencia de algunos emprendedores (ahora empresarios) a los que no dudaron en “acribillarles a preguntas” como confirma Ainhoa Pérez, una de las coordinadoras del programa en Álava. Fue una de esas charlas que les reafirmó en su apuesta por emprender, por probarse a sí mismos, donde tuvieron la ocasión de conocer al detalle un camino gratificante, pero al mismo tiempo muy sacrificado y con momentos muy duros. Así son los yuzzers alaveses de esta edición. Valientes, inquietos, apasionados y con los pies en la tierra. Porque como bien afirman, la teoría está muy bien, pero de lo que se trata aquí es de pasar a la acción. Y en eso están.

once proyectos Esta quinta edición la componen diez chicos y seis chicas, quienes de forma individual o en grupo presentarán once proyectos. “Todos poseen perfiles técnicos, muchos son estudiantes universitarios o de máster, aunque también hay alguno procedente de la Formación Profesional o incluso algún trabajador por cuenta ajena”, explica David Montero, director del CEIA.

Por delante les esperan cinco meses en los que tienen que trazar un plan de negocio. Para ello, tal y como explica Montero, van a contar con una “formación de lujo”. El programa plantea tres piezas clave que guiarán el aprendizaje de los participantes: Por un lado, tendrán sesiones puntuales impartidas por expertos provenientes del mundo de la empresa, docentes e investigadores especializados en la innovación y el emprendimiento. En ese caso, trabajarán cada uno de los ámbitos (estudio de mercado, marketing, económico-financiero, etc.) que se incluyen en un plan de negocio. A su vez, recibirán la visita de empresarios locales que de forma altruista les contarán su experiencia; por otro lado, cada proyecto está tutorizado de forma individual por miembros de SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica), profesionales ya jubilados que, con su experiencia y conocimientos en gestión empresarial les acompañarán en todo el proceso; y por último, el equipo de CEIA, enfocado a aquellos proyectos de perfil innovador y base tecnológica que ya se encuentran en un fase más avanzada y quieren arrancar.

Mikel Hervás, arquitecto de 27 años; Dorleta Velázquez, estudiante de Derecho y ADE de 21 años; Asier Etxebeste, estudiante de Gestión de Negocios de 18 años; y Daniel Gato, estudiante de Automatización y Robótica de 19 años son cuatro de los 16 participantes de esta edición. Todos ellos son conscientes de que van a recibir una formación que marcará su trayectoria profesional y están dispuestos a sacar el máximo provecho de ella. Pero también han venido empujados por otros motivos. En el caso de Mikel, que ya lleva varios meses trabajando en su idea, decidió apuntarse para sentirse más arropado, y rodearse de personas a las que, como a él, también les ha picado el gusanillo del emprendimiento; Dorleta, por su parte, acostumbrada a las clases de la Universidad donde predomina la teoría, decidió inscribirse para pasar a la práctica; mientras que el equipo formado por Asier y Daniel ha venido a comprobar hasta donde pueden llegar, porque como dicen “por probar que no quede”.

Lo curioso de todo es que además del reto personal que se les presenta, están compitiendo con otros 50 centros del Estado. Porque este programa es también un concurso, con un viaje a la meca tecnológica -sí, a Silicon Valley en California (EEUU)-, para el mejor proyecto de cada centro, y con tres premios en metálico para los tres ganadores a nivel estatal. Sin embargo, de momento todo esto del concurso les pilla algo lejano. “Ahora estamos más centrados en el proceso que en la meta”, aseguran. Eso sí, “cuando se acerque la fecha, ya veremos”, confiesan entre risas. Asimismo, los tres clasificados en Álava podrán disponer de un espacio gratuito en las instalaciones de CEIA durante seis meses, así como asesoramiento especializado para desarrollar sus proyectos.

Durante este primer mes han tenido varias ocasiones de poner en común sus proyectos. En el caso de Mikel, se trata de ofrecer recorridos virtuales 3D de lugares y espacios reales para internet; Dorleta está trabajando para llevar a cabo una aplicación que facilite la búsqueda de aparcamiento; y la idea que están desarrollando Asier y Daniel está enfocada a la búsqueda de actividades de ocio, eventos, ofertas? todo lo que una ciudad puede ofrecer día a día. A todos ellos les mueve su afán emprendedor y les gustaría hacer de su profesión una pasión. Tal y como sostiene Dorleta, “es una opción en la que das mucho de ti, pero al mismo tiempo recibes mucho”. Según mantienen, la figura del Yuzzer representa constancia, disciplina, motivación creatividad y mucho trabajo. Ingredientes que todos ellos ya están cocinando.

cinco ediciones A lo largo de estas cinco ediciones del programa Yuzz en Álava, el responsable de CEIA realiza un balance positivo de la iniciativa. “Es un programa que atiende muy bien a ese perfil de emprendedor que está a caballo entre poner un idea en marcha y la sensibilización en las aulas, y esto le da la oportunidad de hacer un plan de empresa de forma profesional”, explica. “En nuestro caso, vimos que encajaba perfectamente con el planteamiento de CEIA y, de hecho, en la actualidad una decena de las empresas que están instaladas en CEIA provienen de ediciones anteriores del programa”, añade. A su vez, Montero destaca el componente colaborativo de esta experiencia, “se crea un grupo muy majo de compañeros que comparten experiencias y en muchas ocasiones, ocurre que estos perfiles tan técnicos les falta una pata para llevar a cabo el proyecto y esto propicia la creación de importantes sinergias”, detalla.

Dorleta, Mikel, Asier y Daniel y el resto de participantes ya están inmersos en una vorágine de reuniones, charlas, visitas, sesiones formativas... Una aventura que disfrutarán al máximo sabiendo que lo mejor está por llegar.