gasteiz - A escasas horas de la llegada de San Prudencio, la actividad política en la capital alavesa repuntó ayer con fuerza. Unos y otros quisieron aprovechar la tregua en espera de la romería con diferentes convocatorias para fijar conceptos en su potencial electorado. Por una parte, los dos primeros espadas del PNV, Ramiro González y Gorka Urtaran, aspirantes a ocupar los cargos de diputado general de Álava y alcalde de Vitoria, respectivamente, exigieron al PP que paralice la subida de la tarifa de basuras a las cuadrillas alavesas para adaptarse a la nueva gestión. Por otro lado, el aún primer edil, Javier Maroto (PP), prometió la bajada de todos los impuestos mientras el aspirante socialista, Peio López de Munain, anunció que pondrá en marcha campañas especiales de limpieza para remediar los años en los que, a su juicio, la capital ha estado sucia como nunca.

Por un lado, en la sede jeltzale de Virgen Blanca, González y Urtaran salieron a la palestra para censurar lo que, a su juicio, es una mala práxis por parte del PP en su trato a los pueblos del territorio histórico. En concreto, los líderes nacionalistas exigieron a los populares que paralicen la subida de un 52% en la tasa de vertido de residuos que pretende imponer a las cuadrillas del territorio y que aplace esta medida para que aquéllas puedan adaptarse al próximo cambio en la gestión del tratamiento de basuras.

Recordaron al respecto que el pasado 15 de abril y sin previo aviso, el Ayuntamiento gasteiztarra explicó mediante un correo electrónico a las entidades comarcales que, a partir del próximo 4 de mayo, no podrán seguir utilizando en vertedero de Gardelegi para depositar residuos y tendrán como alternativa la Planta de Biometanización y Compostaje ubicada en Jundiz. Este cambio forzará a las cuadrillas a pagar 68,56 euros por tonelada de residuo entregada cuando hasta ahora eran 45,05 euros. A juicio de Gorka Urtaran, lo más preocupante es el motivo que ha llevado al PP a notificar a las cuadrillas de una forma tan repentina el cambio en la gestión de los residuos urbanos. Esta decisión llega tres días antes de que el Órgano Administrativo de Recursos Contractuales de la CAV haya desbloqueado la adjudicación a FCC de la gestión del vertedero. La adjudicación de este contrato fue recurrida por considerarse que se estaba llevando a cabo una baja temeraria al contemplarse en la oferta ganadora el cambio de destino de los residuos de las cuadrillas. “Con ejemplos como éste vemos que la toma de decisiones en materia de gestión de residuos no es del Gobierno municipal, sino de una empresa. Maroto y el PP actúan al dictado de FCC por encima del interés general. Basta ya de actuar en contra de las personas para favorecer los intereses de una empresa”.

Por su parte, Ramiro González planteó dos propuestas para que el cambio en el sistema de gestión de residuos del territorio se haga de forma razonable y ecuánime. En primer lugar, permitir que la subida del recibo de basuras que las cuadrillas van a tener que repercutir a sus vecinos se pueda hacer de forma progresiva, con un incremento anual máximo del 10% en la tasa. Por otra parte, que la Diputación Foral de Álava compense aquellos ayuntamientos a los que este cambio suponga un mayor coste de operatividad, de forma que no se produzcan desequilibrios entre las Cuadrillas y el recibo que se gira en cualquier municipio sea equitativo. Para ello, la Diputación compensaría económicamente al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz las diferencias que se generaran a través del Plan de Gestión de Residuos Urbanos del territorio histórico de Álava.

Tras tener conocimiento de las demandas del PNV, desde el equipo de gobierno local se quiso puntualizar que desde el Consistorio no se ha impuesto ninguna tasa a las cuadrillas. También recordaron que éstas llevan sus residuos a Gardelegi en bruto, sin tratar y que, precisamente, desde 2001 hay en vigor una directiva europea que impide tal circunstancia. Al mismo tiempo, confirman que fueron autoridades comunitarias las que se pusieron en contacto con el Gobierno Vasco -quien da el permiso del vertedero-, al que advirtieron de una pronta multa a la capital alavesa por permitir una práctica que debería estar prohibida. De ahí la decisión adoptada. “Es una cuestión técnica. Además, desde el Consistorio no obligamos a las cuadrillas dónde tienen que tratar sus basuras”, sentenciaron.

Por su parte, el primer edil anunció ayer, tal y como apunta la Agencia Efe, que si continúa como alcalde bajará todos los impuestos municipales. Javier Maroto opinó que es el momento de rebajar desde el Ayuntamiento el esfuerzo fiscal que se va a pedir a los vitorianos porque la situación económica ha mejorado y el consistorio va a tener más ingresos. En este sentido, se refirió a la activación económica y al incremento del empleo y recordó que si gracias a esta mejoría de la situación la Diputación aumenta su recaudación, eso supondrá que tendrá más recursos para distribuir a los ayuntamientos. En cuanto a los ingresos municipales, adelantó su compromiso de “bajar los impuestos a todos”. Añadió que es una propuesta electoral “sin matices”, firme y que afectará a todos los impuestos municipales. “Sólo se puede hacer esto cuando se tiene un Ayuntamiento saneado y cuando se han garantizado los servicios públicos”, subrayó.

Por último, López de Munain (PSE) anunció ayer que pondrá en marcha campañas especiales de limpieza de barrios “para mejorar el aspecto de las calles, sucias como nunca han estado”.

Crítica del PSE. Según Peio López de Munain, un estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) alerta de que la limpieza urbana en Vitoria-Gasteiz ha empeorado a lo largo de los cuatro últimos años. Según el trabajo, la capital ha perdido varios puestos en el ranking estatal, con respecto al último estudio de 2011, “lo que confirma la mala gestión que el PP ha hecho de este servicio. Así lo veníamos denunciando los grupos municipales y los vecinos”, explicó el candidato del PSE-EE.