el agua potable es un derecho humano esencial o, al menos, eso dice la ONU. Dadas las circunstancias, los gobiernos e instituciones así deberían tomárselo. El líquido elemento, sin embargo, ha provocado un sinfín de batallas y conflictos en su nombre pues, como todo bien fundamental, siempre habrá alguien que intente aprovecharse de ello. En Álava, las obras hidráulicas necesarias para el uso del agua han ejercido en ocasiones de arma arrojadiza en la actualidad política, pues Gobierno Vasco por un lado y la Diputación Foral de Álava por otro comparten la obligación de ejecutar las actuaciones necesarias en el conjunto del territorio histórico.
El último acuerdo marco entre ambas instituciones data del 23 de octubre de 2008, firmado entre el diputado general Xabier Agirre y el gabinete del lehendakari Ibarretxe. Un apretón de manos que sustituía al sellado cuatro años antes modificando algunas obras y proyectos y adquiriendo compromisos sujetos a la disponibilidad de los presupuestos tanto de Lakua como del Ejecutivo foral. URA, la Agencia Vasca del Agua, se comprometió entonces a ejecutar un total de ocho proyectos: la depuración del polígono Lacorzanilla, en Berantevilla; la mejora de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Agurain y Zuia; la EDAR y los colectores en Rioja Alavesa (en Oion y Moreda); el saneamiento de Manzanos y Legutiano; la depuración de Lagrán; y el abastecimiento de Lantarón.
De ésas se ha ejecutado la EDAR de Zuia, por cuatro millones de euros; los colectores de Zuia (3,1 millones); los de Oion (2,8 millones); y la primera fase del proyecto de saneamiento de Legutiano (1,1 millones). Según apunta URA, el saneamiento de Manzanos, aunque adjudicado, no se ha ejecutado porque “el municipio no puso a disposición de la Agencia Vasca del Agua los terrenos necesarios para su ejecución”. Para este año, la agencia vasca del agua explica que se licitarán las obras de mejora de la EDAR de Oion por un presupuesto máximo de 5,2 millones de euros, mientras que el resto de actuaciones “están pendientes de la actualización del programa de medidas del denominado Plan Hidrológico del Ebro aprobado por el Consejo de Ministros en febrero de 2014”.
Además de URA, que sí facilitó la lista detallada de obras hidráulicas ejecutadas y por ejecutar en Álava, este periódico quiso conocer el listado de obras acometidas y por acometer a manos de la Diputación Foral de Álava para corroborar el gasto de 40 millones de euros al que aludía recientemente el diputado general, Javier de Andrés, tras criticar que el Gobierno Vasco sólo ha ejecutado hasta ahora “el 25% de las obras hidráulicas a las que se comprometió en el acuerdo marco” y que “sólo ha gastado 11 millones de euros” frente a los “40 que ha invertido Álava”. Pese a solicitar los datos que sustentarían las declaraciones del diputado general, el Ejecutivo foral prefirió no facilitar los datos a este rotativo. O no supo cómo hacerlo.
Sea como fuere, desde URA ponen sobre la mesa que, además de esos 11 millones, las inversiones que han acometido en Álava incluyen también, entre otras, nueve millones de euros para los regadíos de Lanciego, 3,4 millones del convenio con Rioja Alavesa para Villabuena y Navaridas, 8,8 millones de euros de los convenios con Amvisa, 2,7 millones en Salinas de Añana y 2,1 millones del convenio con el Ayuntamiento para los ríos del sur de Vitoria y el Zadorra.
En este mismo sentido, el Consorcio de Aguas de Rioja Alavesa acaba de anunciar la licitación para la contratación de la redacción del proyecto constructivo, ejecución de las obras y explotación de la EDAR de Barriobusto. En principio, se concederán tres meses para la redacción del proyecto de construcción, ocho meses para la ejecución de las obras incluyendo pruebas de funcionamiento y tres años para la explotación de la instalación desde la recepción de las obras. El importe del contrato asciende a a719.406,97 euros de presupuesto y 151.075 de IVA.
Consumos Por sencillo y habitual que sea hoy en día, que los alaveses abran el grifo para consumir los 71 millones de litros de agua que se consumen cada día en el territorio requiere de una red hidráulica extensa y saneada. Vitoria y las localidades con más población se abastecen con los embalses de Ullibarri Ganboa, Maroño y Artziniega. Los pequeños núcleos, sin embargo, lo hacen a través de captaciones superficiales, manantiales y sondeos.
Por ello, que las infraestructuras sean las suficientes y estén en condiciones de abastecer de agua a toda la población es una obligación de las instituciones, pero la burocracia y la ausencia de acuerdo entre las mismas retrasa muchas veces la puesta en marcha de proyectos clave. Bien lo saben los 35.000 habitantes de Amurrio, Laudio y Ayala, tres de los municipios que conforman la Cuadrilla de Ayala.
Su Consorcio de Aguas pide desde hace tiempo que se actúe con celeridad para ejecutar cuanto antes una obra cuyo presupuesto ronda los 75 millones de euros para las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales y los colectores de Laudio y Amurrio, aunque para su pistoletazo de salida se requiere más movimiento y decisión de parte de las instituciones implicadas, que van desde los propios ayuntamientos pasando por las diputaciones de Álava y Bizkaia y el Gobierno de Madrid.
Además de las infraestructuras realizadas por Gobierno Vasco, los sistemas de abastecimiento realizados por la Diputación Foral de Álava llevan agua a unas 55.000 personas a través de 500 kilómetros de tuberías desde manantiales, captaciones de ríos y los embalses de Maroño y Artziniega. En el territorio, el 79% de la población se abastece de aguas superficiales. Aunque existen más de mil fuentes y manantiales documentados, sólo el 9,3% es apto para el consumo.
En el mismo sentido, aunque en una vertiente diferente, URA anunció ayer mismo que firmará convenios con varios ayuntamientos de Álava y del resto de Euskadi con el fin de coordinar los trabajos de mantenimiento de los cauces de los ríos y de tratar de reducir los efectos de las inundaciones en municipios como Dulantzi, Asparrena, Amurrio, Villabuena o Lanciego.
URA, dependiente del Gobierno Vasco, pondrá a disposición de los municipios su programa de mantenimiento, conservación, recuperación, restauración y mejora ambiental de los ríos. A través de esta iniciativa se pretende impulsar las acciones orientadas a la recuperación ambiental de los márgenes y a la eliminación de obstáculos que puedan disminuir la capacidad hidráulica de los cauces. Para ello, se coordinarán estas labores con las que los propios municipios puedan llevar a cabo en los tramos de los cauces a su paso por el término municipal.
En los tramos urbanos, estas labores competen tanto a la Administración local como a la Administración autonómica. Por su parte, la agencia vasca del agua es la encargada de otorgar las autorizaciones para acometer estas labores. Por ese motivo, la agencia ha contactado recientemente con todos los ayuntamientos y juntas administrativas de la comunidad autónoma, con la intención de formalizar convenios de colaboración. A través de estos acuerdos, se espera mejorar la eficiencia de las labores de mantenimiento, conservación, recuperación, restauración y mejora ambiental en los tramos urbanos de los ríos.
Con estas actuaciones se espera reducir el problema de las afecciones de las crecidas fluviales. El servicio de mantenimiento de cauces de URA se encarga de mantener la mayor capacidad hidráulica del cauce, con el objetivo de reducir la incidencia de la crecida en puntos concretos de los tramos, como puentes y meandros. En estos casos, la prioridad del mantenimiento de cauces es evitar la acumulación de objetos voluminosos en puntos críticos que puedan generar obturaciones.