vitoria - Es invierno y de él se espera frío, lluvia, viento y nieve. Un poco de todo lo que va a haber este fin de semana en el territorio histórico. ¿Lo normal? Sí, aunque no tanto como a lo que últimamente nos tiene acostumbrados. Llevamos dos años en que la estación más gélida está siendo excesivamente benévola por estas tierras. Sobre todo, porque apenas ha hecho acto de presencia el blanco elemento. Desde diciembre, han caído copos en los puertos. Y ya. Y no como para llamar la atención. Las condiciones climatológicas sólo ocuparon el interés de los medios un par de jornadas, el 7 y el 29 del pasado mes. Así que en la capital, hay quienes se preguntaban ya si iban a tener que acabar subiendo al monte para pisar colcha y recordar su característico crujido antes de que llegase la primavera, porque la cota de nieve todavía no había bajado tanto como para hacer honor al sobrenombre de Vitoria, el de Siberia-Gasteiz. Todavía... Hoy y mañana las previsiones pintan como manda la época, algo crueles, y nos emplazan para más dolor a partir del miércoles. No obstante, es bien sabido que siempre hay margen para el error y que, a más de tres jornadas, dejan de ser fiables. Euskalmet, Agencia vasca de Meteorología, siempre lo recuerda.
Total, que este fin de semana va a ser como tiene que ser, invernal, más que en estos días previos de luz, con alerta amarilla, pero tampoco como para asustarse. Va a haber viento fuerte a ratos, pero no parece que vaya a pasar por aquí la ciclogénesis explosiva Hermann de la que tanto han hablado los medios generalistas. Y hará frío, pero no sufriremos esa bajada media de diez grados de la que también han dado buena cuenta. Hoy, cuando lean estas líneas, puede que les hayan contado o tal vez sepan que ayer los puertos de Opakua, Azáceta y Orduña se pusieron peleones, que estuvo nevando desde la tarde en áreas de tormenta y en el este y que en Vitoria lo ha hecho seguramente de madrugada, según las estimaciones desde las once de la noche hasta las cuatro de la madrugada, con heladas débiles. Pero si viven en la capital es bastante probable que deban hacer un acto de fe, porque las previsiones hablaban de un inicio de sábado de cielo raso, aunque para abrigarse. Al parecer, la jornada va a arrancar con apenas un grado. Luego, la temperatura irá subiendo hasta alcanzar los siete. Eso será para las dos de la tarde pero, como nunca llueve al gusto de todos, entonces parece que el día se nublará y puede que no volvamos a ver el sol de las primeras horas por el resto de la jornada. Y, mientras tanto, la cota de nieve oscilará en torno a los 500 metros.
Esta noche de transición al domingo habrá otra vez heladas débiles, sobre todo de madrugada, y algo más de nieve que en la anterior. Aunque las previsiones meteorológicas de las distintas agencias no se ponen del todo de acuerdo, de madrugada, sobre todo entre las cinco y las siete, podrían empezar a caer copos con bastante intensidad en Vitoria. Para entonces, ya lo estará haciendo en áreas de tormenta y en el este del territorio. Si en las zonas que están a al menos 600 metros sobre el nivel del mar se esperaba el día anterior un espesor de un centímetro, esta vez será de dos. En cualquier caso, luego el cielo tenderá a contenerse en gran parte de la provincia. Será una jornada principalmente cubierta, y es muy probable que no llegue a llover, al menos hasta la noche, con temperaturas muy similares a las del sábado, pero más viento, procedente del sur. La cota de nieve subirá de 500 a 900 metros para luego descender a los 800.
El retrato dibujado por los meteorólogos para el fin de semana ha hecho que las instituciones se armen hasta los dientes. El Ayuntamiento de Vitoria tiene preparado un dispositivo de 19 vehículos para trabajar en el término municipal: once tractores para la zona rural, con cuchilla y esparcidor de sal; cuatro vehículos propios, tres con cuchilla y esparcidor de sal y uno con cuchilla y esparcidor de salmuera; y cuatro externos, dos de cada tipo. Su idea es tener listo este equipo para ponerlo en funcionamiento mañana por la noche, que es cuando podría nevar en la ciudad según las previsiones que el Consistorio maneja, y que curiosamente no coinciden con las que Euskalmet y otras agencias hicieron públicas ayer. Además, a partir del lunes, si se producen esas precipitaciones, 228 personas y diez máquinas comenzarán a trabajar en las aceras para facilitar los accesos a los centros educativos y a los hospitales.
La Diputación, responsable del estado de las carreteras alavesas, también ha activado el programa operativo para la vialidad invernal. Ayer lo hizo en periodo preventivo, lo que significa que había ya 19 medios humanos y seis equipos quitanieves preparados para saltar al asfalto y garantizar el correcto funcionamiento de la red. Un dispositivo que apenas tuvo trabajo en las primeras horas de la alerta amarilla pero que hoy deberá estar especialmente preparado para ponerse manos a la obra. Y, un poco más adelante, puede que también.
Con la llegada de la nueva semana, parece que el invierno se habrá gustado lo suficiente como para recrudecerse un poco más. Las previsiones climatológicas indican que el mercurio descenderá el lunes, sobre todo en las mínimas, que estarán por debajo de cero grados -hasta menos tres-, y que lloverá abundantemente. El martes será, en principio, una jornada de transición. Y el miércoles podría nevar de cara a la tarde, copiosamente y con precipitaciones acompañadas por una sensación térmica glacial. Abrigo, gorro, cadenas por si hay que circular por zonas montañosas y paciencia. Son los contratiempos lógicos, ahora sí que sí, de estas fechas.