Vitoria. "Se elimina", "se cancela", "se suprimen", "se pone fin", "se limitan", "se reduce"... Al concejal gasteiztarra de Hacienda, Manu Uriarte, se le acabaron ayer los sinónimos para hablar de los presupuestos municipales para 2012. Los recortes y ajustes, como estaba previsto, marcarán estas próximas Cuentas. La supresión de los cursos de cocina saludable ya anticiparon la semana pasada la difícil composición del proyecto, pero eso no redujo ayer la sorpresa por el tijeretazo realizado a partidas más que asentadas como Periscopio, el Festival de Juegos o Magialdia, pero también a la cooperación al desarrollo o al Bebé Laguntza.
Uriarte compareció ayer solo ante la prensa para adelantar el proyecto presupuestario que se dará a conocer al detalle a lo largo de esta semana. Con un vaso de agua de plástico, sus apuntes y gesto serio, el representante del gabinete Maroto insistió en que se trata de unas Cuentas "realistas", como contraposición al gasto por encima de sus posibilidades que, según argumentó, Vitoria había venido afrontando durante los últimos años. No concretó cuántos. Pero sí mencionó las cifras: el Ayuntamiento, incluyendo sus sociedades y organismos autónomos, pasa de los 495 millones de 2011 a los 426 de este año. Un 14% menos. Sólo teniendo en cuenta las arcas propias de la Casa Consistorial, ésta se quedará con 367.699.000 euros. 49,6 millones menos que el año pasado.
Hay varias razones para esta contención. La primera es la caída de ingresos municipales, sobre todo los procedentes de la Diputación, que caen precisamente un 14%, unos 20 millones. La segunda es que este año debe empezarse a pagar la amortización de "la mayoría de los préstamos vigentes en este momento", algo que según Uriarte supone "un bombazo" para la situación financiera del Ayuntamiento. En cifras, se traduce en el pago este año de 16,8 millones, el doble que en 2011.
En definitiva, se trata de una situación "nada halagüeña" que, según el titular de Hacienda, ha obligado al equipo de gobierno a "reaccionar de manera contundente para controlar el gasto". Y esta respuesta obliga a tirar de tijera. El gabinete Maroto ya había venido advirtiendo de que la crisis obligaba a tomar decisiones difíciles, y la semana pasada arrancó esta labor con la supresión de los cursos de cocina saludable y con el durísimo ajuste en el programa de ocio juvenil Gauekoak. Y, para quedarse con "lo esencial", el Consistorio ha optado por prescindir de proyectos que antes eran "un lujo que ahora no está a nuestro alcance".
La cultura, el ocio y ciertos programas sociales son los que han perdido en ese reparto. Ya sea por la eliminación de servicios o por su recorte. En el apartado más doloroso, el de la cancelación, llama la atención la eliminación de Periscopio, manteniendo sólo la muestra World Press Photo; así como la caída del Bebé Laguntza; los convenios nominativos de deportes, que pasan a una convocatoria general; el Servicio Médico Deportivo; la pérdida de la ayuda a la UPV para que abra por la noche las salas de estudio; las subvenciones para los viajes a esquiar; o los mencionados cursos vinculados a la nutrición, la salud o el consumo.
En cuanto a los ajustes -en algunos casos, es un decir-, encabezan la lista la reducción del 81% en el centro cultural Montehermoso, la del 68% en el Festival de Juegos o el 75% en Magialdia. Preguntado sobre la viabilidad de estos proyectos teniendo en cuenta esta caída de la inversión, Uriarte admitió que "muchos eventos tendrán que redimensionarse". Al apretarse el cinturón, el Ayuntamiento también reducirá en un 24% la partida para las fiestas de La Blanca, en un 25% la de las Brigadas de Acción Inmediata y en un 60% la del Plan de Inmigración.
Pero, entre las reducciones más llamativas, cabe destacar la caída prevista en un 7,89% del gasto corriente -un concepto una y otra vez limitado- del Ayuntamiento, que supone un ahorro de 25,8 millones, y la de las partidas para cooperación al desarrollo, que pierden 3 millones y se quedan "temporalmente" -una cuestión en la que insistió el concejal de Hacienda- en 386.000 euros.
¿Quién apoyará las cuentas? Uriarte remarcó la dificultad de la situación. La necesidad de distinguir entre lo vital y lo accesorio. Y que, con este tijeretazo, se logrará evitar un Plan de Saneamiento y entrar en la senda de la estabilidad presupuestaria en 2013. Sonó a aviso para navegantes. No en vano, la situación de minoría del Partido Popular le obliga a buscar apoyos entre la oposición. El PSE parece, a priori, la opción más segura.
Desde el grupo socialista insistieron en que no conocían el proyecto presupuestario, por lo que no podían hablar de dar un apoyo que, por otro lado, se daba por seguro merced al acuerdo entre populares y socialistas en el Parlamento Vasco. Uriarte, por su parte, admitió que hay escaso margen para negociar partidas, pero remarcó la voluntad de diálogo del ejecutivo. No queda otra.