- Las tensiones diplomáticas entre Turquía y Francia se ahondaron ayer con la airada reacción de numerosos altos cargos turcos contra la revista satírica gala Charlie Hebdo, que ayer difundió en portada una caricatura del presidente, Recep Tayyip Erdogan.

La primera reacción correspondió al portavoz de Presidencia turca, Ibrahim Kalin. "Condenamos tajantemente el ataque a nuestro presidente por parte de la revista francesa, que no respeta ninguna fe, ningún tipo de valores y nada sagrado. Atacar los derechos personales no es humor ni libertad de expresión". Por la mañana, la Presidencia turca anunció que iba a tomar "todas las medidas legales y diplomáticas necesarias" en respuesta a la caricatura.

La portada de Charlie Hebdo muestra a Erdogan en camiseta interior y calzoncillos y con cara de lujuria. Bajo la frase En privado es muy divertido, se ve al político levantando el hábito de una mujer con una bandeja de bebidas, al tiempo que exclama "¡Ohhh, el profeta!".

"Mi tristeza e ira no se deben al atroz ataque contra mí, sino a que este medio es la fuente de ordinarieces contra el Profeta", dijo Erdogan. "Sabemos que el objetivo no es mi persona, sino los valores que defendemos", añadió en un discurso en el Parlamento, y arremetió contra su homólogo francés, Emmanuel Macron, al que acusa de estar "obsesionado con el islam", aseverando que "Francia y Europa en general no se merecen las políticas de Macron y sus correligionarios, que siembran las semillas del odio".

"Ahora me dirijo a Occidente: ¿no sois vosotros quienes matasteis a cientos de miles de personas en Ruanda y a millones en Argelia, quienes habéis ido en África solo a los países que tienen diamantes, fosfato y oro para matar a la gente? ¡Sois asesinos, asesinos!", tronó el presidente.

La tensión entre Ankara y París lleva meses fraguándose al chocar sus intereses geopolíticos en Libia, en el Mediterráneo oriental y desde el mes pasado también en el Cáucaso.

Las tensiones se han exacerbado desde el atentado, el 16 de octubre, contra el profesor francés Samuel Paty, decapitado en París por un islamista checheno por enseñar caricaturas de Mahoma en una clase sobre la libertad de expresión.

Pese a la "intimidación" turca. El Gobierno francés subrayó ayer que el país no renunciará nunca al ejercicio de sus libertades. "Pese a las intimidaciones, Francia no renunciará jamás a sus principios y valores, principalmente a la libertad de expresión y a la libertad de publicación", dijo prensa el portavoz gubernamental, Gabriel Attal. "Quiero recordar de forma muy clara que fueron declaraciones de odio contra periodistas y contra una redacción las que desencadenaron los atentados, dramas y matanzas que hemos conocido en los últimos años en nuestro país. Subrayo la gran unidad europea en torno a los principios y valores defendidos por Francia", recalcó.

Pakistán. El primer ministro, Imran Khan, acusó a Europa de atacar y ridiculizar el islam.

Egipto. El presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, dijo que la libertad de expresión "termina cuando se dañan los sentimientos de más de 1.500 millones de personas".

Líbano. El primer ministro en funciones del Líbano, Hasan Diab, instó a Francia a tomar medidas para evitar el abuso de las libertades para ofender a las religiones.

Malasia. El Ministerio de Asuntos Exteriores malasio condenó "rotundamente cualquier retórica incendiaria y actos de provocación que traten de difamar al islam".

Irán. Cientos de iraníes protestaron frente a la Embajada francesa en Teherán por las declaraciones "islamófobas" de Macron, cuya fotografía fue quemada con gritos de "muerte a Francia".