- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) prestó durante el año pasado asistencia para el retorno a sus países de origen a 2.386 migrantes en situaciones de vulnerabilidad, de los que 381 eran menores no acompañados o separados, es decir, que viajan con familiares que no tienen asignada la responsabilidad de su cuidado. Este es uno de los datos que se desprende del documento Hechos Claves en materia de Retorno y Reintegración en 2020 de la Organización Internacional para las Migraciones, consultado por Europa Press, que señala que, durante 2020, la organización ayudó a 42.181 migrantes que se acogieron al retorno voluntario asistido y reintegración (AVRR), al retorno humanitario voluntario (VHR) o al retorno organizado con el apoyo del Grupo de trabajo de retorno de covid-19.

De esta cifra, un 63% eran migrantes con necesidades relacionadas con la salud, un 22% víctimas de trata y un 15% menores (6.327), de los que un 55% son niños y un 45%, niñas. Por edades, la mayoría tenían entre 0 y 8 años.

Con el fin de contribuir a mejorar los programas y políticas de la OIM relativos a la infancia, dicha entidad ha puesto en marcha un kit de herramientas para “cerrar la brecha existente” en el monitoreo de la reintegración sostenible de menores retornados.

El desarrollo de este kit y la identificación de las buenas prácticas ha sido coordinado por el Centro de Gestión del Conocimiento (KMH) de la UE-OIM, en colaboración con la organización Samuel Hall y Save the Children. Como detalla la Organización Internacional de Migraciones, la puesta en marcha de esta iniciativa obedece a que, a pesar de los esfuerzos para el abordaje de los desafíos que los menores deben enfrentar para su retorno y reintegración, hasta ahora el monitoreo de los indicadores y marcos clave se había enfocado mayormente a los adultos o a los hogares, más que a los menores.

El kit de herramientas se ha desarrollado y probado en terreno por Samuel Hall en Etiopía, Georgia, Honduras, Irak y Nigeria. Se compone de un conjunto de herramientas prácticas, incluyendo encuestas cuantitativas, estudios de caso, discusiones de grupos focales y entrevistas, que consideran las diversas experiencias que han vivido los menores retornados en su proceso de reintegración. “Los resultados de la investigación han derivado en patrones y herramientas para un adecuado y efectivo monitoreo de la reintegración de menores”, afirma Nassim Majidi, codirector de Samuel Hall.