Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asistirán juntos en Barcelona el próximo viernes al acto de entrega de premios de la Barcelona New Economy Week, un evento organizado por el Consorcio de la Zona Franca de la capital catalana para tratar de reactivar la economía.

La Casa Real ha informado este lunes de la presencia de Felipe VI en Barcelona, un acto en el que estará acompañado por el jefe del Ejecutivo y que llega días después de la polémica generada por la ausencia del monarca español en la Ciudad Condal para presidir el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces.

Además de presidir la entrega de premios junto a Sánchez, el rey y el jefe del Ejecutivo realizarán una visita a la incubadora de empresas de impresión 3D y el DFactory de la Zona Franca de Barcelona.

El evento Barcelona New Economy Week (BNEW) comenzará este martes con la intención, según sus organizadores, de situar a Barcelona como "la capital mundial de la nueva economía".

Las jornadas se prolongarán hasta el viernes, cuando acudirán el monarca español y Sánchez, y tendrán un formato híbrido debido a la pandemia de coronavirus, ya que un millar de personas asistirán físicamente y habrá otros 8.000 usuarios digitales registrados de 91 países. El foro está dirigido al publico profesional de los sectores logístico, de la industria digital, del inmobiliario, del comercio electrónico y de las llamadas zonas económicas, y contará con un total de 358 ponentes y 120 empresas.

"YA NO ES 1 DE OCTUBRE"

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha asegurado que el Rey Felipe VI viajará el próximo viernes a Barcelona porque "ya no es 1 de octubre" y, además, la sentencia de inhabilitación del expresidente de la Generalitat Quim Torra ya está dictada.

Campo que se ha expresado así en una entrevista en Onda Cero, la visita se "instala en la normalidad". "Es la comunidad autónoma que más ha visitado con Andalucía", ha recordado, para después señalar que, en esta ocasión, existen "elementos diferenciales" que permiten que el Rey acuda sin ningún problema.

"No es ya 1 de octubre, la sentencia se ha dictado... es una obligación de los gobernantes el crispar menos", ha apuntado Campo, que ha insistido en que la ausencia del Rey de la entrega de jueces no se produjo por un "problema de seguridad", sino para velar por la convivencia.

"Como gobernantes tenemos la obligación intentar crispar menos a la sociedad. Como Gobierno tenemos una obligación de fomentar una mejor convivencia. Y estoy convencido de que el Rey es el primero que lo quiere", ha apostillado.

En este contexto, Campo ha afeado a quienes interpretaron el veto a Felipe VI como una muestra de desafecto por el Rey y por la monarquía por parte del Ejecutivo. "Quien quiera hacer esa interpretación torticera se está equivocando. Se entendió que había que evitar una posible crispación social", ha insistido.

Así, y para reafirmar su defensa de la Casa Real, el ministro ha afirmado que, pese a ser "mesurado en sus comentarios", el ordenamiento constitucional es "algo por lo que merece la pena luchar sin límite".

Por eso, el titular de Justicia ha vuelto a incidir en que no comparte las palabras de su compañero de gabinete, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre Felipe VI. "No es la visión del Gobierno en absoluto. Pero creo que también hay que defender el juego de la libertad de expresión", ha opinado.