La líder presentó una moción que "autoriza al Gobierno escocés a promover conversaciones con el Gobierno británico sobre los detalles de una orden al amparo de la sección 30 de la Ley de Escocia de 1998 para asegurar que el Parlamento escocés puede legislar para la convocatoria de un referéndum".
Tras un debate, los diputados votarán mañana a las 17.00 GMT esta moción, que previsiblemente será aprobada con los sufragios del gobernante SNP y del Partido Verde, que suman 69 escaños de los 129 que tiene la cámara de Holyrood (Edimburgo).
La primera ministra británica, Theresa May, adelantó la semana pasada que rechazará la petición de la líder independentista, al considerar que "ahora no es el momento" de realizar un segunda consulta, cuando el país debe estar "unido" para afrontar las negociaciones con Bruselas para el "brexit".
Al presentar el texto, Sturgeon dijo que su Gobierno tiene un "mandato democrático incuestionable" al haber ganado las elecciones de 2016 con un manifiesto en el que decía que convocaría un segundo plebiscito, después del que perdió en 2014, si Escocia era "sacada de la Unión Europea contra su voluntad".
También acusó a May de haber ignorado sus propuestas para garantizar que Escocia, que votó por la permanencia en la UE en el referéndum británico del pasado 23 de junio, mantenga el acceso al mercado único tras la salida del Reino Unido del bloque.
La primera ministra asegura que ha escuchado las sugerencias de las autonomías, pero descarta otorgar a ninguna un trato preferencial.
Han anunciado que votarán en contra de la moción presentada hoy el Partido Conservador escocés, la segunda fuerza política de la región con 31 escaños, el Partido Laborista, con 23, y los liberaldemócratas, con 5 diputados.
Estas formaciones han presentado además sendas enmiendas en las que declaran que no debería convocarse un segundo referéndum, pues resultaría "divisorio" y "no hay interés" del pueblo.
Los "tories" escoceses, liderados por Ruth Davidson, señalan además que no debería organizarse un plebiscito sin "consentimiento político", ante la eventualidad de que el Ejecutivo escocés pudiera impulsar uno sin el visto bueno de Londres.
Según la moción, titulada "La elección de Escocia", el nuevo referéndum debe "dar al pueblo escocés una elección sobre la futura dirección y gobernanza de su país, en un tiempo (fecha), y con una pregunta y una franquicia electoral, determinados por el Parlamento escocés".
Este tiempo, añade, sería "entre el otoño de 2018, cuando habrá claridad sobre el resultado de las negociaciones sobre el 'brexit', y cerca del momento en que el Reino Unido deje la UE, en la primavera de 2019".
Previamente, la moción manifiesta que el Parlamento reconoce el derecho del pueblo escocés a decidir "qué forma de Gobierno mejor se ajusta a sus necesidades".
May anunció el lunes que el próximo 29 de marzo activará el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que dará inicio al periodo de dos años de negociaciones con la Comisión Europea para la salida británica del bloque, lo que sucedería el 29 de marzo de 2019.