madrid - El secretario general de Podemos ha marcado a sus filiales en la CAV y Nafarroa los límites de su relación con EH Bildu de cara a las próximas citas electorales. Todo acercamiento a la izquierda aber-tzale deberá ser puntual y por coincidencia de posiciones, nunca en una foto fija conjunta. Pablo Iglesias rechazó ayer una coalición electoral entre su partido y la formación liderada por Arnaldo Otegi y destacó las diferencias entre ambos partidos por encima de los puntos en común.

En una entrevista radiofónica a la Cadena Cope, Iglesias rechazó la posibilidad de llegar a un acuerdo para concurrir en Nafarroa junto a EH Bildu en las próximas elecciones generales del 26 de junio. “No va a ocurrir tal cosa”, precisó con rotundidad. Y a renglón seguido dejó claro que ese criterio vale también para la CAV, aunque en este caso ahora mismo nadie ha puesto sobre la mesa esa posibilidad, al contrario que en la Comunidad foral, donde los partidos están estos días enfrascados en el debate sobre la conveniencia de extender el cuatripartito del Gobierno de Uxue Barkos (EH Bildu, Podemos, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra) a las candidaturas electorales del Congreso y el Senado el próximo mes.

Iglesias argumentó su rechazo a EH Bildu como posible socio electoral en que ambas son organizaciones “muy diferentes” y abundó en el argumento señalando que “ellos son independentistas y nosotros no lo somos, aunque eso no quiere decir que no podamos dialogar, pero no contemplamos el escenario de una coalición en las elecciones del País Vasco que serán este año”. Ni la izquierda abertzale ni Podemos-Ahal Dugu -que según las encuestas mantienen una dura pugna por ser la segunda fuerza en el Parlamento Vasco- se ha referido en los últimos meses a una eventual coalición electoral de cara a los comicios de otoño y todo apunta a que cada formación pugnará en solitario por ensanchar su espacio electoral. Sí se hablado del eje de izquierdas en las que puntualmente podrían confluir, especialmente en temas de carácter socioeconómico, Podemos, EH Bildu y PSE. El otro eje sobre el que pivotarían las alianzas parlamentarias podría ser el del derecho a decidir, sobre el que coinciden la formación morada, la izquierda abertzale y el PNV.

En las últimas elecciones generales del pasado 20 de diciembre sí hubo un intento de candidatura unitaria entre las fuerzas a la izquierda del PSE. La iniciativa partió de un grupo de prestigiosos catedráticos universitarios y activistas sociales como Ramón Zallo, Pedro Ibarra o Begoña Zabala, pero finalmente no prosperó, pese a que, según los promotores, EH Bildu mostró su total conformidad con la propuesta. Sus impulsores explicaron que algunos de los partidos llamados a esta confluencia de izquierdas “no quieren ver perjudicadas sus expectativas electorales”, en alusión a Podemos y también a Irabazi.

Las palabras de Iglesias referidas a Nafarroa tampoco dejan resquicio para la duda. “Es imposible que Podemos concurra en coalición con EH Bildu” a las elecciones del 26-J, descartando así integrar una lista unitaria en Nafarroa con los otros tres partidos con los que gobierna en la Comunidad foral. “En Navarra nosotros apoyamos a Uxue Barkos, que merece todo el respeto y es un ejemplo. Está siendo con diferencia la mejor presidenta de Navarra. La política es eso, que con fuerzas políticas diferentes a veces se puedan llegar a acuerdos”, señaló Iglesias, en manifiesta contradicción entre lo declarado y la posición de su partido al apoyar a Barkos.

Algunos partidos, entre ellos EH Bildu, interpretaron las palabras como una “desautorización” de la dirección de Podemos en España a su filial navarra. Esa lectura evoca el denominado agostazo del PSOE al Partido Socialista de Navarra en 2007. Entonces, Ferraz impidió a los socialistas navarros participar en un gobierno tripartito encabezado por el propio PSN que iba a desalojar del gobierno a UPN. Años después, en marzo de 2014, se repitió la historia cuando el entonces líder del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, protagonizó el marzazo y se opuso, también en contra del criterio de los socialistas navarros, a la moción de censura contra Yolanda Barcina que la hubiera desalojado del Gobierno.

“desautorización” Sin embargo, la secretaria general de Podemos en Nafarroa, Laura Pérez, dijo ayer que su formación no se siente “desautorizada” por Pablo Iglesias sobre un eventual acuerdo electoral con EH Bildu en la Comunidad foral y señaló que las bases se pronunciarán hoy “aun sabiendo que la última palabra” será a nivel estatal. La dirigente de Podemos indicó que “aun sabiendo que la última palabra” la tendrá la dirección estatal, por ser unas elecciones generales, “las bases de Navarra van a poder pronunciarse mañana (por hoy)”.

Las reticencias de Iglesias a sellar cualquier acuerdo con EH Bildu no atienden a posiciones ideológicas sino que se reducen a mera conveniencia política-electoral. Podemos aspira a ensanchar su espacio a costa del PSOE y en esa pugna cualquier movimiento o acercamiento a la izquierda abertzale no sería bien recibido fuera de Euskadi. Iglesias no se quiere exponer a ese riesgo que puede truncarle su apuesta por la transversalidad dentro del espectro de las izquierdas.