La marca francesa Bugatti es una institución en el mundo del motor y sinónimo de exclusividad, potencia y distinción. Su último proyecto, el Bugatti Centodieci, es una buena prueba de ello.

Por supuesto es más que un coche deportivo. Es con todas las de la ley un hiperdeportivo derivado del lujoso Bugatti Chiron, con un motor W16 de 1.600 CV capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora en unos asombrosos y casi inimaginables 2,6 segundos. Su motor de 8 litros y cuatro turbos le catapultan a una velocidad máxima de 380 km/h, una cifra que se queda lejos de los 420 km/h registrados por su antecesor, el Chiron.

Bugatti ha realizado un guiño a su historia y ha denominado Centodieci (110, en italiano) en un claro homenaje a los 110 años de existencia de Bugatti como fabricante de coches. El resultado es el modelo más lujoso y exclusivo fabricado hasta ahora por la marca gala. Es también una máquina muy especial que rinde tributo a uno de los superdeportivos más salvajes de la década de 1990, el EB110 con cuatro turbocompresores.

Sólo se entregarán a sus privilegiados propietarios 10 coches a lo largo de este año. Su precio no bajará de los ocho millones de euros, a los que habrá que sumarle los impuestos correspondientes y los extras o caprichos de sus potentados compradores. El futbolista del Manchester United, y gran amante de esta firma, Cristiano Ronaldo será uno de los afortunados en alojar en su garaje este capricho, que habría encargado ya en 2019, cuando realmente se cumplían los 110 años de la mítica firma creada por Ettore Bugatti (1881-1947) en Molsheim, localidad actualmente en Francia y por entonces perteneciente al Imperio alemán.

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Todos estas joyas de la mecánica y el diseño se montarán de forma artesanal en taller de la marca en Molsheim (Alsacia) tras haber superado los prototipos más de 50.000 kilómetros de exigentes pruebas en el circuito italiano de Nardo y en varias carreteras europeas.

A nivel estético, el coche presenta un espectacular diseño con ciertas modificaciones sobre la carrocería del Chiron (aunque aligerado en 20 kilos) que dotan al superdeportivo de una imagen impactante y cautivadora.

El frontal cuenta con un radiador cuya forma recuerda al empleado en el modelo original. Visto de perfil destacan los cinco conductos de aire redondos. En la zaga, el motor queda al descubierto y las luces traseras están incrustadas sobre una rejilla ventilada, que ayuda a dispersar el calor generado por el motor del coche.

En definitiva una precisa y preciosa máquina sobre cuatro ruedas que no dejará indiferente a los mortales que debamos conformarnos con disfrutarlo, si tenemos esasuerte, viéndolo rodar por alguna carretera