La Policía Municipal de Pamplona ha incoado diligencias a una conductora de 30 años que dio positivo en la prueba de alcoholemia en la madrugada del domingo. Viajaba con su hijo de 10 meses sin ningún tipo de sistema de seguridad y sin luces en el vehícullo.
Según la Policía, presentaba una sintomatología muy evidente de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas y cuando se le instó para que realizase la prueba de etilometría, superó el triple del máximo legal permitido.
Ante esta situación, tanto la madre como el bebé tuvieron que ser trasladados por agentes del grupo de Upas a casa de una familiar, que se hizo cargo de los dos.