MADRID. La biometría es una tecnología de identificación a partir de logaritmos que reconoce características morfológicas y de comportamiento de las personas, por tanto intransferibles, como el rostro, fondo del ojo, forma de caminar, etc.
Su gran ventaja es que evita al ciudadano colapsar su memoria con decenas de claves a la hora de acceder con seguridad a un dispositivo móvil o a las páginas privadas de servicios en internet, como el banco.
El próximo reto, su popularización, es decir, que la gente acepte como "amigable" esta tecnología para usos cotidianos y no sólo para temas de seguridad.
Según Javier Ortega García, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y director del grupo de reconocimiento biométrico ATVS, esta tecnología tiene múltiples funcionalidades en la vida doméstica; podría ayudar a un conductor a ser reconocido por su vehículo nada más abrir la puerta por su forma de saludar o meter la llave en la cerradura.
Al médico, le facilitaría el acceso a documentos del paciente en una base de datos sin tener que meter claves y más claves.
En educación, los sistemas biométricos no sólo garantizan el acceso seguro a cursos masivos "on line" sino que permiten monitorizar continuamente al alumno y comprobar que realmente es quien dice ser.
En ciudades "inteligentes" identificarían fácilmente al ciudadano y le evitarían cargar con multitud de carnés para acceder al autobús, al metro, a un museo o a una piscina.
Actualmente, según los expertos, el reconocimiento del iris es la más fiable de estas tecnologías después del ADN, con la ventaja de que los datos se obtienen en tiempo real. Su desventaja es que resulta todavía intrusiva porque exige mirar muy cerca a una cámara.
Otra tecnología biométrica muy exacta es la huella dactilar que se aplica sobre tabletas u otros dispositivos tecnológicos, y el reconocimiento de voz para servicios telefónicos, como atención al cliente en banca.
Asimismo despuntan técnicas como la firma en el aire con teléfono móvil, ha afirmado a EFEfuturo la catedrática de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) Carmen Sánchez Ávila, investigadora principal del Grupo de Biometría, Bioseñales y Seguridad (GB2S), quien ha insistido en "la madurez" de estas tecnologías.
La identificación con venas de las manos es otro de los sistemas biométricos que se están implantando con éxito; entre sus ventajas, la confirmación de que la persona está viva y no ha sido suplantada su identidad con una foto.
La tecnología de identificación facial también se encuentra muy avanzada salvo en entornos poco colaborativos; por ejemplo, con escasa iluminación o con personas con gorro o antifaz, según Sánchez Ávila.
Entre las técnicas con márgenes de error aún amplios pese a que se están logrando grandes avances estarían las de reconocimiento de la forma de caminar, de teclear el ordenador o la identificación por olor corporal discriminando aromas como el sudor.
En España, en tecnología biométrica además de la UPM y la Universidad Autónoma (UAM) también trabaja intensamente la Carlos III (UC3M) en Madrid; en otras comunidades, la Universidad Politécnica de Cataluña, la de Vigo o la Politécnica de Valencia.
A nivel de investigación, "España despunta en Europa en reconocimiento biométrico", pero a nivel empresarial "estamos en un punto medio, acorde a nuestro nivel económico", según Ortega García.
Empresas como Apple y Samsung están contribuyendo a popularizar esta tecnología con la incorporación de sistemas de identificación biométrica en sus dispositivos, ha explicado Raúl Sánchez Reillo, investigador principal del Laboratorio Ensayos en Sistemas de Identificación-IDTestingLab del Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid.
Asimismo, ha añadido, están contribuyendo los desarrolladores de aplicaciones para móviles con tecnologías como la firma manuscrita.
Los países al frente en este ámbito son Francia, Estados Unidos, Japón o Alemania; España está impulsando iniciativas para su popularización como la nueva versión del DNI electrónico o los trabajos de certificación de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
También la Dirección General de la Guardia Civil y el cuerpo nacional de Policía con sus laboratorios de policía judicial y criminalística y sus sistemas de identificación biométrica.
En el ámbito empresarial para entornos financieros destaca Cecabank, con una solución para digitalizar con firma manuscrita digital los documentos de clientes, unos 700 millones al año, ha indicado el responsable de su puesta en marcha, Santiago Uriel.
Otras compañías españolas con tecnología biométrica son "Smart Access", absorbida por "ElevenPaths" del grupo Telefónica, o la sevillana SHS consultores (identificación por iris).