MADRID. Estos días han coincidido dos noticias sobre la televisión que demuestran la repercusión de la crisis económica en este medio. Por un lado, el último análisis del Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual (GECA) revela que el número de estrenos en las pantallas del Estado ha bajado un 23% en apenas dos temporadas y, por otra parte, un informe de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) confirma que la televisión de pago en el Estado ha caído por debajo de los cuatro millones de abonados, algo que no sucedía desde 2009. Javier López, Gerente de Análisis de Barlovento Comunicación, explica a DNA que la inversión publicitaria en televisión en el primer semestre de 2013 ha caído el 12,8% y Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión (ATV), recuerda a este diario que la televisión en España atraviesa la crisis más seria desde que comenzó en 1956 e incide en que "la inversión publicitaria actual es equivalente a la de 1998". La conclusión es clara: sin ingresos caen en picado las novedades y especialmente la producción propia.

Javier López cree que el descenso de estrenos "va en la línea de ajuste máximo, de apretarse el cinturón, de ahorro de costes y muchas repeticiones, lo que se nota mucho más en verano. La situación es muy complicada y seguirá así la próxima temporada. No creo que volvamos a los niveles de ingresos de 2007, cuando se alcanzó el récord con 3.500 millones de euros. El año pasado se cerró en la mitad". Según GECA, en la campaña 2012/13 han debutado 111 programas en las seis grandes cadenas generalistas, frente a los 135 de 2011/12 o los 145 de 2010/11. La cifra de estrenos de esta temporada es la más baja desde el inicio de las emisiones de Cuatro y La Sexta, en 2005-2006, cuando hubo más de 200 lanzamientos. Además, hay un género concreto cuya caída llama la atención: la ficción seriada. Se han estrenado solo 39 producciones, lo que supone un descenso de un 33% respecto al ejercicio 2010/11, cuando iniciaron su andadura 58 nuevos títulos. La ficción española "ha sido especialmente castigada" y solo ha habido quince nuevas series, un 44% menos que hace dos temporadas. También han retrocedido las series extranjeras, pero en una proporción mucho menor, solo un 22,6% menos. El mejor estreno made in Spain ha sido Isabel, en TVE; y la ficción extranjera que sobresale es La Biblia, emitida en Antena 3.

A Javier López no le extrañan estas cifras porque "la ficción española es probablemente el producto más caro que hay en televisión y por eso es en el que más se está recortando. Un capítulo de prime time puede oscilar entre los 300.000 y los 800.000 euros, según los casos. Un enlatado americano, aunque sea Homeland, es mucho más barato". En cuanto a lo que más le ha sorprendido esta temporada, destaca MasterChef, de TVE, "porque ha tenido una evolución un poco extraña: empezó flojillo, en torno al 10%, después lo cambiaron de día y empezó a crecer -en parte gracias al arrastre de espectadores que le proporcionó el fútbol de Champions- y el día de la final llegó al 33,1%. También hay que citar La Voz, de Telecinco, que superó el 30% en muchas ocasiones y se despidió con el 37,3%", con lo que no solo ha sido el estreno de entretenimiento de mayor audiencia en esta campaña, sino en el último decenio, con un share medio del 34%.

En cuanto a la caída de abonados de la televisión de pago por debajo de los cuatro millones, este analista reconoce que "al fin y al cabo es un pequeño lujo y seguramente es una de las primeras cosas de las que ha prescindido un hogar medio. Es un dato significativo y relevante, y de hecho también tiene su reflejo en las audiencias porque el grupo de Temáticas de Pago ha descendido aproximadamente un punto en poco más de un año". Desde finales de 2011 la televisión de pago ha perdido 480.000 abonados, más de un 10%. En esta evolución puede influir también la subida de trece puntos del IVA a partir del tercer trimestre de 2012, pasando del 8% al 21%, lo que se traduce en un incremento de tres euros en la cuota mensual para los abonados que cuentan con los paquetes básicos. Sin embargo, hay un dato sorprendente que también procede de la CMT: en 2012, la televisión de pago en el Estado superó por primera vez en ingresos el volumen de negocio de la televisión en abierto: 1.746.8 millones de euros frente a 1.665,8.