Vitoria. Hodei Arrausi cree que China "es una fuente inagotable para contar historias que expliquen cómo funciona nuestro mundo y además mantiene ese halo de misterio y desconocimiento para Occidente que tenían antes los grandes viajes".

¿Cuándo le propusieron ir a Pekín?

La opción surgió en verano, aunque no se concretó hasta octubre. La decisión de aceptar fue rápida, muy rápida. La oportunidad de ver y contar de primera mano cómo cambia este país y cómo hace cambiar la forma en que entendemos el resto del mundo es muy tentadora para cualquier periodista, así que no lo dudé mucho.

¿Su familia y amigos pensaron que era broma?

Entre los amigos hubo de todo. Desde los que dijeron "¿pero qué se te ha perdido allí?" hasta los que pidieron venirse conmigo. Para mi familia, creo que durante unos días sí fue como una broma porque les pilló muy de sorpresa. Luego vieron que iba en serio y ahora les tengo apoyándome al 100%. ¡Hasta siguen la actualidad de China casi con tanto interés como yo!

¿Qué hizo para prepararse?

Hacerme con una bibliografía básica, seguir con lupa las webs y blogs de periodistas en China, recortar cada artículo que salía... Fueron unos meses queriendo empaparme al máximo. Una vez aquí te das cuenta de que la actualidad que genera China -¡y ni digamos todo Asia!- es inagotable y que para acabar de comprender lo que ha sido, es y será este país hace falta toda una vida.

¿En qué iba pensando durante el viaje que le llevaba a su nuevo trabajo?

El del avión fue quizá el primer momento en el que pensé en todo lo que dejaba atrás. Tras meses de tensión, de preparativos, visados que no llegan, despedidas... de repente tienes 15 horas por delante de reposo, de silencio y te das cuenta de que no era broma, que en unas horas cambias de ciudad, de continente, de idioma, de amigos. Afortunadamente, en cuanto aterrizas y ves Pekín por primera vez, haces la primera entrevista, te llegan por primera vez los sonidos y sabores del día a día... esa sensación del avión desaparece y te das cuenta de por qué has venido.

¿Están transcurriendo las cosas como se las imaginaba?

Mejor de lo esperado. La ciudad es fascinante y la gente amable, aunque el idioma sea una barrera. Además me habían prevenido contra la dureza del invierno en Pekín: muchísimo frío, nieve, contaminación, etc., pero por ahora sólo me han tocado días despejados, cielos azules y frío... Frío sí que hace, pero se sobrelleva.

¿Cuál es el consejo más importante que le dio su antecesora?

Olatz Simón me ayudó con un montón de cosas antes de venir y durante la semana que coincidimos. Ella llevaba casi tres años en el país y me ayudó a situarme y a tener todo listo. También me dijo que tuviese paciencia. En Pekín hay un dicho que dice que "en China todo es posible, nada es fácil". Por lo que he visto hasta ahora es muy acertado.

¿Cuál fue el primer tema que le tocó cubrir?

Navidades en China. Mi llegada coincidió con esas fechas y fue muy curioso ver cómo celebran una fiesta totalmente importada para ellos, desprovista de cualquier significado cultural o religioso para la mayoría de los chinos. Hacen regalos, van de compras y salen a cenar o de fiesta como lo han visto hacer en la televisión o el cine. En muchos aspectos China está tan abierta, pendiente e influenciada por las modas globales como cualquier otro país.

¿A qué país le gustaría que fuera su primera salida fuera de China?

Tailandia, Corea del Sur, Japón, Indonesia... todos son muy importantes y seguro que darán que hablar a lo largo del 2011 aunque, puestos a pedir, algún destino más cálido que Pekín no estaría mal (se ríe).

¿Le ha tocado ya la intempestiva experiencia de un directo?

Todavía no, pero la diferencia horaria no es tan criminal como en otras partes del mundo. Aquí son 7 horas más en invierno, así que para hacer un directo en el Teleberri o el Gaur Egun del mediodía son las 10 de la noche en China, algo razonable; claro que para los informativos de la noche son las 4 de la mañana: esos sí cuestan un poco más. Pero en el día a día es muy cómodo, cuando la Redacción en Bilbao se pone en marcha yo llevo varias horas adelantando el trabajo y así evito las prisas de última hora antes del informativo.

¿Cómo es la experiencia de tener que trabajar con un traductor?

No queda más remedio, aunque sí resta libertad a la hora de acercarte al entrevistado, de intentar ponerte en su lugar y comprender qué información extra te está aportando con sus expresiones o su tono...

¿Se plantea estudiar chino? ¿Puede arreglarse en inglés?

Si todo va según lo previsto, empezaré con mis clases al acabar las vacaciones del año nuevo chino, porque hasta entonces el país se paraliza. El inglés sí es útil en instituciones o en algunas gestiones oficiales. En el día a día, mucha gente de Pekín tiene un perfil muy cosmopolita y domina varios idiomas, pero por lo general el inglés no sirve de mucho.

¿Cómo pueden aprenderse las costumbres de un país tan inmenso?

Existen algunos códigos a la hora de presentarse, a la hora de comer o de brindar que conviene respetar según en qué contexto. Pero al menos Pekín es ya una ciudad tan acostumbrada a los extranjeros y a dar cobijo a tantas culturas que no hay que tener miedo a meter la pata. Los chinos están orgullosos de su cultura y sus costumbres, pero son muy respetuosos con el que viene de fuera.

¿Qué le ha resultado más chocante?

Los trámites y la atención al público en bancos y sitios oficiales son a veces desesperantes. Puedes tirarte horas para pagar un recibo. En cambio luego son capaces de hacerte un chequeo médico completo en apenas 15 minutos. También me ha llamado mucho la atención la variedad de pasatiempos de la gente mayor. Dan mucha importancia al cuidado del cuerpo y a la vida en la calle. Es igual que haga frío, salen a parques y plazas, charlan, sacan a pasear a sus pájaros, juegan a cartas, vuelan cometas, caminan hacia atrás, practican taichi... ¡Da envidia verles!

¿Los medios de comunicación chinos le sirven de ayuda?

Hay que tener en cuenta que detrás de casi todos los principales medios está el Partido Comunista, así que la información que puede llegar de ahí hay que tratarla con cuidado. Muchas veces los editoriales o artículos publicados en algunos periódicos chinos en su versión en inglés se pueden usar como fuente gubernamental porque funcionan como portavoces del Partido Comunista.

¿Con qué criterios selecciona los miles de noticias que podría enviar?

Por un lado están las grandes noticias que marcan la agenda mundial y la actualidad política o económica. Luego, las pequeñas historias o reportajes más alejados de los grandes titulares pero que ayudan a entender un país. Y en tercer lugar, las historias que por cercanía o vinculación a Euskal Herria interesan especialmente al espectador de ETB. Lo ideal es encontrar el equilibrio entre las tres.

¿Se ha acostumbrado a los horarios y comidas de ese país?

Por el momento he aprendido a pedir que la comida no sea picante después de un par de malas experiencias.