Vitoria. Javier García de Vicuña es una de las personas que más sabe de televisión en Euskadi. Goenkale, Hasiberriak, ¡Vaya semanita!, Euskolegas… Por señalar sus programas más emblemáticos en ETB. Ahora tiene un reto importante entre sus manos, ¡Vaya tropa! Un programa que en los próximos días se estrenará en Cuatro y que tiene como presentador a Arturo Valls. El director de este programa está satisfecho con lo que consiguió en su día en Euskadi y quiere repetir la jugada desde Madrid. Para él el humor es universal, no le gustan las etiquetas, pero piensa que los vascos tienen sentido de humor y una cintura para encarar determinados temas que a muchos les gustaría, aunque puede estar mermado, ese sentido del humor, de espontaneidad y gracejo. Para él, el vasco se ríe de todo, hasta de su sombra, y sin problemas.
¿Cómo surge la idea del programa "¡Vaya tropa!"?
Nace de acuerdo entre dos productoras, Pausoka y Plural, se presenta un proyecto a Cuatro. Se hizo un piloto que gustó mucho a la cadena y teníamos la oportunidad de trabajar con Arturo Valls que se había quedado libre. Se juntaron una serie de circunstancia que hicieron que todo se pusiera en marcha y que el proyecto cuajara.
En "¡Vaya semanita!" ha estado desde el principio.
Sí, el primer director fue Borja Cobeaga y yo empecé en ese programa como guionista y luego dirigí el programa, después pasé a dirigir Euskolegas y ahora en Madrid con ¡Vaya tropa!
Choca que desde cadenas de ámbito estatal se fijen en programas de televisiones autonómicas.
No es la primera vez que pasa esto. Tampoco es el primer intento que se hace desde ¡Vaya semanita! de dar el salto a una televisión de ámbito estatal. Pero quizá es verdad que en Euskadi estamos menos acostumbrados a dar el salto a otras cadenas. Pero hay ejemplos como El coro de la cárcel. Los catalanes están más acostumbrados, mira a Buenafuente y otros profesionales que han pasado a cadenas de ámbito más general con los mismos programas que tenían en TV3. Cuando una cosa funciona está claro que llama la atención fuera.
¿Se vigila todo los que se produce?
Claro. La televisión en general consume muchos formatos y siempre hay ojeadores que están un poco atentos a ver qué funciona, qué va bien en unos sitios y en otros.
Usted conoce el programa desde dentro, ¿cuál es el secreto de "¡Vaya semanita!"?
Es un programa que se hace con un gran esfuerzo, con una gran dedicación y con un equipo de mucho talento. Ha sabido dar con unas claves, con una manera de ver las cosas y ha conectado a la gente. El secreto puede ser que a la gente le gusta lo que está viendo.
¿Resulta difícil pasar que el humor traspase fronteras geográficas?
Tampoco creo que sea trasladar el humor. En ¡Vaya tropa! No pretendemos meter a ¡Vaya semanita! embotellada. Lo que pretendemos es pillar en este nuevo programa el espíritu y la manera de hacer las cosas, de hacer humor, de poner todo en solfa, de no casarnos con nadie. Una manera de ver las cosas y enfrentarte a ellas.
La televisión, todas las cadenas, tienen un patrón político o económico, o ambos patrones juntos. ¿Es difícil no casarse con nadie?
Lo intentamos, creo que es una de las cosas que nos da credibilidad y que hace que la gente nos siga. Cada vez asistimos más a ver cosas que están muy al dictado de determinados códigos, no sé si ideologías. Siempre hemos querido ampliar ese espectro y ver que en todos los sitios hay cosas que se prestan a verlas de determinada manera. Hemos pretendido hacer reír empezando a reírnos de nosotros mismos con la cantidad de cosas que se producen de forma lógica en nuestra sociedad.
"¡Vaya semanita!" está centrada en Euskadi, pero desde "¡Vaya tropa!" van a tener que satisfacer los gustos de muchos lugares con sentido del humor totalmente distinto. Van a tener que satisfacer a muchas tropas. ¿Es más difícil para ustedes?
Claro, a la hora de hacer ¡Vaya semanita! conocemos mucho más a nuestros espectadores. Son muchos años trabajando para el mismo público, conocemos sus claves, formamos parte de todo ello también. El humor es universal y cuando hay algo realmente divertido, independientemente de donde se haga, la gente se ríe mucho. La prueba la tienes en el éxito de ¡Vaya semanita! tanto en Youtube, como en programas de zapping… Muchas veces el éxito transciende el ámbito, el registro del humor y la temática.
Humor inteligente. ¿Existe?
Es para diferenciar a un estilo. Quizá lo que diferencia es el humor bueno del humor no tan bueno. Tampoco creo mucho en las etiquetas, el objetivo último es hacer reír a la gente y los vehículos para conseguirlo son de lo más variado.
¿Le apetecía hacer este proyecto fuera de Euskadi?
Es un nuevo reto. Se presentó la oportunidad y sentí también la curiosidad de ver cómo puede funcionar esto fuera de Euskadi. Estamos con mucha ilusión y con muchas ganas.
¿Dónde está el mérito, en el guión, en los actores…?
El mérito está en muchas cosas. Es un poco injusto seccionar un trabajo en equipo para buscar el mérito de un producto. El trabajo de televisión es un trabajo de equipo, hay mucha gente implicada y está claro que la casa se construye por los cimientos y los cimientos de cualquier ficción son el guión. Es difícil hacer algo malo con un buen guión.
¿Se nota la diferencia de medios a la hora de trabajar en ETB o Cuatro?
No, la verdad es que no. Afortunadamente, el trabajo que se hace en ¡Vaya semanita! y el trabajo que se hace en televisión en Euskadi es perfectamente homologable. En algunas cosas estamos mejor y en otras no y viceversa. En Euskadi hay una gran facilidad para trabajar, para localizaciones, fuera es diferente… De lo que nos tenemos que sentir orgullosos es de que los profesionales en Euskadi son impresionantes, son muy buenos.
¿Facilita la labor el tener un abanico amplio de actores?
Tenemos tan buenos actores en Euskadi.., no sé si tenemos los mejores actores, pero son tan estupendos que lo que resulta difícil es conseguir fuera unos tan buenos como lo que están allí.
¿Lo han conseguido?
Creo que sí, pero realmente no es nada fácil.
No es la primera que vez que trabaja fuera de Euskadi.
No, hice Lavapiés hace ya unos siete u ocho años.
Lleva unos meses en Madrid, ¿se vive mejor en Euskadi?
No tengo la más mínima duda. Está todo más a mano, está tu casa, tu gente, tus equipos, tu manera de trabajar, está todo tu mundo. No voy a decir eso de cómo en Euskadi en ningún sitio, pero poco le falta.
¿A la hora de trabajar qué prefiere, humor o ficción?
Llevo mucho tiempo con el humor, me gusta. Le tengo cogido el truco. Pero también puedo hacer ficción, he estado en Goenkale, Hasiberriak… En el humor siempre vas descubriendo cosas. Vas afianzando, todavía tenemos mucho camino que recorrer en el humor y me gustaría seguir en este campo.
¿Con "¡Vaya semanita!" se desmintió eso de que los vascos tenemos poco sentido del humor?
Nunca he tenido dudas de que los vascos tenemos un gran sentido del humor, aunque quizá la manera de expresarlo es menos espontánea, con menos gracejo, pero sabemos reírnos de nosotros mismos con una cintura que en muchos sitios quisieran.