Luis García no solo es un entrenador del máximo nivel que está conduciendo al Alavés hacia cotas insospechadas, sino también una persona con sus gustos y aficiones fuera del terreno de juego.
En esta entrevista se ha abierto en corazón para que el alavesismo conozca con todo lujo de detalles algunas curiosidades que rodean su vida. Sin ir más lejos, en sus dos años en Vitoria ya se ha visto cautivado por los encantos gastronómicos de una ciudad de la que recomienda visitar a sus amigos la Virgen Blanca y de la que, sin que se enfaden el resto, destaca tres restaurantes: Mano Lenta, Sagartoki y La Bodeguilla Lanciego. “Son a los que más suelo ir”, reconoce Luis García.
No solo degusta la buena comida, sino que admite “saber moverse bien entre fogones” para cocinar sus platos preferidos como la paella alicantina y la fideuá. “Hago bien todo lo que sea arroz. Es así o, si no, es que me hacen mucho la pelota. Acompañarlo con un buen vino es lo que más disfruto”, destaca entre risas.
"No tengo ningún sueño especial como técnico, ya llevo una carrera duradera. Soy feliz con lo que hago y donde entreno. Tengo cuatro ascensos y los he disfrutado al máximo. Ojalá pueda ganar algún título, pero no me obsesiona"
También recomienda Altea, donde contrajo matrimonio en el año 2000 junto a su mujer Maribel, y Mallorca, ciudad en la que vivió entre agosto de 2020 y marzo de 2022, como lugares para perderse de vacaciones. Además, el entrenador albiazul recién renovado revela que uno de sus defectos es que no lee mucho y que el último libro que le ha marcado ha sido 'Open', la autobiografía de André Agassi.
Paolo Futre, su ídolo
En cuanto a las películas, se queda con la saga de Star Wars y Cadena Perpetua de Morgan Freeman y Tim Robbins. Su cantante favorito es, sin lugar a duda, Bruce Springsteen. “Voy a ir ahora a verle a Madrid. Siempre ha marcado mi juventud, aunque también me gusta la música moderna por mis hijos. Ya sé decir Mi amol, tengo que hablar con la l como ellos”, bromea el preparador albiazul, para quien su plan perfecto es “ganar un partido y disfrutarlo al día siguiente cuando no tienes entrenamiento”.
El Luis García jugador, cuyo ídolo fue Paulo Futre –“incluso llevaba el pelo como él”, rememora– militó en la cantera del Atlético de Madrid sin llegar a debutar con el equipo colchonero. Las lesiones le retiraron demasiado pronto, con apenas 27 años, y entonces inició una longeva carrera en los banquillos que, entre otros lugares, le ha hecho pasar cinco años en tres lugares de lo más exóticos: Emiratos Árabes, China y Arabia Saudí.
“No tengo ningún sueño especial como técnico, ya tengo una carrera duradera. Soy feliz con lo que hago y donde entreno. He sido toda mi vida del Atlético y cuando empezaba sí me apetecía dirigirle. Fui muy feliz en Mallorca y ahora lo soy en el Alavés. Tengo cuatro ascensos y los he disfrutado al máximo. Ojalá pueda ganar algún título, pero no me obsesiona”, resalta.
El madrileño mantiene como referente en los banquillos a Luis Aragonés y deja claro que “dentro de los que ahora ganan títulos me gustan Guardiola, Ancelotti por cómo dirige los grupos y lo que transmite Klopp”, aunque también traslada al exterior otra reflexión interesante sobre su profesión. “¿El mejor del mundo? No sé decirlo bien. A lo mejor hay uno que ha conseguido la permanencia en Segunda o 1ª RFEF con unos recursos jodidos y no le van a nombrar ni le darán la oportunidad de dirigir a un grande”, lamenta Luis García.