¿Dejarías un trabajo estable de más de 10 años, con la seguridad que ofrece una nómina al final de mes y en una empresa consolidada para emprender en tu propio negocio?

Quizá la respuesta más rápida sea que no. Sin embargo, para Amaya Albaina la decisión fue dejar esa zona de confort y probar suerte en su propia aventura profesional. Una inquietud, una ilusión y unas ganas que, a pesar de los miedos que tenía por delante (que no fueron pocos), dieron alas a la zona mágica en la que ahora se encuentra. La de St. Tropez Viajes.

Amaya Albaina, el alma y corazón detrás de St Tropez E.UGARTE /A.ÁLVAREZ

La historia de Amaya puede que suene a muchos: amplia experiencia profesional, una cartera de clientes de confianza y la idea en mente de intentar un proyecto propio. No obstante, muchas de esas historias no pasan de ahí. No para Amaya, a la que le ganó su entusiasmo para tomar una decisión que a día de hoy repetiría de nuevo.

Según ella, la vida está para arriesgarse y no solo a nivel profesional. "Vale más tener una cicatriz por valiente, que la piel intacta por cobarde".

Amaya Albaina explicando su historia en su agencia de viajes E.UGARTE

Con los pies en la tierra

Pero como no solo de ilusiones se vive, nuestra protagonista tenía claro que de viajes sabía, pero no de la parte menos amable que se necesita para empezar un negocio. Gracias al apoyo de la Fundación Gaztenpresa pudo abrir su agencia de viajes en el año 2018.

Un acompañamiento que se extendió mas allá de la parte profesional y que fue vital para poder arrancar.

Cuando la vida tiene otros planes…

Maravillosos. Así recuerda Amaya los dos primeros años desde el comienzo de St. Tropez Viajes. Un día a día en su nuevo trabajo que eran un reflejo de esa fuerza y esas ganas con las que un día decidió emprender. Sin embargo, poco duró esa realidad ya que en el 2020 el mundo se paró por completo.

“Fue el momento más duro de mi vida a nivel emocional, personal y profesional ya que fuimos uno de los sectores más castigados con la pandemia”, recuerda emocionada, confesando que más de una vez pensó en tirar la toalla y dejar atrás su sueño.

En St Tropez Amaya ofrece viajes hechos a medida de los sueños de sus clientes E.UGARTE /A.ÁLVAREZ

Por suerte no lo hizo y de esa experiencia tan complicada sacó también su lado positivo. “Me hizo más fuerte para renacer de nuevo y abrir, por segunda vez en pocos años, la agencia”. El mundo empezaba poco a poco a girar de nuevo. “Siempre digo que la vida nos debe dos años de nuestra vida a todos los que vivimos la pandemia y es por eso que desde entonces pensamos más en viajar, en disfrutar, en vivir…”.

La agencia de viajes St Tropez está en el número 1 de la calle Madre Vedruna A.ÁLVAREZ

Hagámosle caso. Y qué mejor que recuperar ese tiempo perdido que descubriendo las maravillas que nos esperan tras subir a un avión. A la vuelta nos esperará Amaya, la responsable de que St. Tropez Viajes no sea una agencia de viajes más, sino una agencia donde cada destino tiene un poco del corazón y del alma de su dueña. La misma que hace cinco años llegó a la zona más mágica que nunca hubiese soñado.

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