- Italia acogió ayer una conferencia con representantes de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania con el objetivo de buscar nuevas alianzas con los países africanos para frenar la inmigración irregular. La cooperación con países terceros será el núcleo del Pacto de Asilo y Migración, que verá la luz previsiblemente en septiembre. La comisaria de Interior mantendrá encuentros bilaterales con estos países “tan pronto como sea posible” para diseñar esta cooperación.

En los últimos dos años, el tráfico de migrantes en las rutas del Mediterráneo Central y Occidental ha movido más de 330.000 millones de euros. El negocio con la vida de las personas más vulnerables se ha tornado muy lucrativo. Italia celebró ayer una conferencia con cinco países africanos para comenzar a dibujar una estrategia que ponga coto a estas vías de migración irregular aprovechadas por las redes criminales.

En la cita virtual participaron representantes de Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Mauritania, así como ministros de Alemania, España, Francia y Malta, además de Ylva Johansson, comisaria de Interior. “La conferencia ha puesto de relieve la necesidad de una coordinación más sofisticada y cercana (con estos países). Nuestro objetivo final continúa siendo reducir el tráfico de personas y la pérdida de vidas. Salvar vidas es lo más importante”, señaló la sueca en una rueda de prensa posterior.

La encargada de la cartera de Migración reveló que “tan pronto como sea posible” se desplazará a estos países para establecer acuerdos bilaterales, el núcleo del Pacto de Asilo y Migración que espera presentar en septiembre. “Las alianzas con países terceros serán esenciales”, afirmó.

Sin embargo, no detalló qué tipo de acuerdos bilaterales baraja la Comisión Europea, ya que podrían llegar en forma del pacto UE-Turquía (el país acoge a 3 millones de sirios a cambio de 6.000 millones de euros) o en forma del acuerdo que el bloque mantiene con los guardacostas libios (que reciben entrenamiento europeo e interceptan a las barcazas con refugiados y las devuelven a Libia). Lo que sí reveló es que se intensificará el intercambio entre agencias europeas como Frontex o Europol y las fuerzas de seguridad de estos países.

Bruselas quiere apoyar a estos países de origen y tránsito para mejorar la recepción o el trato de migrantes. Sus acuerdos previos con países terceros han recibido fuertes críticas de ONG y la sociedad civil por ser reprobables desde el punto de vista moral al relegar a migrantes y solicitantes de asilo a países no seguros como Turquía o la propia Libia, que en medio de una guerra civil bordea el Estado fallido. En los centros de detención del país norafricano han surgido denuncias por abusos sexuales y compra-venta de personas, entre diferentes violaciones de los derechos humanos.

Otro de los puntos clave de la propuesta para crear una política de asilo europea duradera y sostenible será la creación de vías legales, para que las personas lleguen al Viejo Continente con seguridad y certeza. Sin embargo, solo será una propuesta. Los Estados miembro deben después debatirla y acordarla. La migración ha sido y sigue siendo el tema más divisorio en la Unión Europea.

330.000

El tráfico de migrantes en el Mediterráneo ha movido 330.000 millones de euros en los últimos dos años, lo que indica que el tráfico de personas se ha vuelto un negocio rentable.

Vulneración de derechos humanos. En Libia, los centros de detención han recibido numerosas denuncias por abusos sexuales y compra-venta de personas.