El debutante Nacho Álvarez ha revolucionado hoy, miércoles, el Festival de San Sebastián con la comedia musical "Explota, explota", una historia de amor que ocurre en los años setenta, donde salpica entre risas furibundas críticas contra los abusos, la censura y la falta de libertad de las mujeres.
"Cuando la hicimos, yo no sabía que se venía la covid, hubiese avisado", comenta con Efe este director debutante con el mismo sentido del humor que rezuma su película: "Yo solo quería hacer una película linda, pensada desde la manera más graciosa y más irónica".
Y sobre todo, corean sus protagonistas Ingrid García Jonson, Natalia Millán, Fernando Tejero y Fran Morcillo, que se desplazaron a San Sebastián, "muy necesaria" en estos momentos de angustia que provoca la pandemia.
"No sabíamos lo benéfica que iba a ser esta película cuando la hicimos", afirma Millán en declaraciones a Efe, al tiempo que desea que "la disfrute mucha gente y que vayan al cine a verla, que el cine es seguro", remata.
La idea del cineasta argentino era "contar desde los años 70 lo que está pasando actualmente; si bien la censura en esos años era mucho más dura, hoy hay censura, pero es invisible, digital, y también hay autocensura, palabra terrible", considera Álvarez, que se escalofría al pensar que "pases toda tu vida controlándote".
Y lo mismo con el papel de la mujer, que entonces "no podía ser libre, porque la señalaban, pero que sigue pasando ahora".
La sevillana nacida en Suecia Ingrid García Jonson, protagonista de películas como "Hermosa juventud", o "Ana de día", se transmuta aquí en una joven bailarina que busca su espacio en plenos años de represión franquista. En "Explota explota" baila y canta y recrea en números musicales las míticas canciones de Raffaella Carrà, versionadas por Ana Guerra.
"Tuve la suerte de que Tony Espinosa estuviera conmigo seis horas al día para que me aprendiera las 'coreos'", confiesa García Jonson a Efe, "enamorada" de su "María", una mujer demasiado moderna para los años que le tocan vivir.
"Lo que me interesaba era su desarrollo, al principio un personaje casi genérico, el tipo de mujer de los años 70 a la que se reconoce casi por la voz y por cómo se mueve, casi un dibujito animado, y a medida que avanza la peli, cómo a través del baile y de cantar, de pronto encuentra su voz hasta que se transforma en esa segunda Rosa"
Rosa es Natalia Millán, una "diva" de la tele que ha pasado "de todo" para estar donde está.
Esta mujer, explica a Efe, "sobrevivía" en ese entorno gracias a "una coraza enorme, hermética, una máscara que era su armadura, porque tenían que aguantar todo tipo de humillaciones y descalificaciones, y mantenerse ahí".
A su lado, Fernando Tejero confiesa a Efe que se leyó las biografías completas de varios realizadores de la época, de Hugo Stuven a Valerio Lazarov, para decorar con toques de realidad a su divertidísimo Chimo, un personaje "deleznable, un tipo que abusa de su poder y que es un acosador", y que obligó al actor cordobés a "ponerse una máscara, actuar y no juzgarle".
Aunque la realidad, remacha Millán, es que los productores de aquella época eran así.
"Afortunadamente, hoy necesitamos justificar esa maldad, pero entonces no, era lo normal y nosotras teníamos que lidiar con seres así. Estamos mal con los virus, pero con ese tipo de bichos estamos mejor, los mantenemos a raya", suelta la actriz, bailarina y cantante, espectacular en su papel de diva de la tele.
"Es que la película también es un homenaje a las mujeres; estos personajes de 'Explota, explota" son mujeres que luchan", por ejemplo, de Ingrid destaca que "es libre pero sin querer ser abanderada". "Los hombres a su lado, somos basura", se ríe Tejero.
Es inevitable, según ha podido comprobar Efe, que los actores tarareen alguna de las canciones de la Carrà; Ingrid, "Adiós, amigo", donde "le sale la Ingrid" a María, o "Male" para el joven Morcillo, intérprete encantado de defender a su guapísimo personaje, un homosexual que "era una parte escondida de la sociedad".
García Jonson añade lo importante que era para ella que las tres protagonistas femeninas, Verónica Echegui, Natalia Millán y ella, "no compitieran, sino que una alimentase a la otra. Me encanta esa sororidad que no está subrayada", aspecto que también valora la madrileña Millán.
Autor también del guion, Nacho Álvarez vio "de chico" mucho cine español -su abuelo lo era-, un cine en el que siempre había "muchas malas palabras", que en su comedia quiso dejar atrás; un rasgo más de esta cinta familiar, divertida, sin más pretensión que salir con una sonrisa en la cara y cantando -y bailando- algún tema de la Carrà.
La película llega a las salas españolas el próximo viernes, 2 de octubre.