Espero que no sea un vaticinio, pero si extrapolamos la factura que los casos de corrupción han pasado a los personajes televisivos nos podemos hacer una idea de si les pasará a los políticos. Resulta que tras la polémica de la semana pasada en la que se supo que Imanol Arias y Ana Duato habrían defraudado a Hacienda, va y esta semana, la serie que protagonizan ha tenido un subidón impresionante de audiencia. Algo difícil de explicar pero que ahí está. A ver, puede ser el morbo o alguna extraña tendencia que tengamos los espectadores a admirar a quienes son capaces de fundirse los impuestos que no pagan con un par sin que los demás veamos un duro de su éxito. A Bertín Osborne le va tan bien en su nueva ubicación que uno parece que lo de los Papeles de Panamá ha sido más una campaña de publicidad que un vergonzoso escándalo. Bertín Osborne se ha vuelto a enfadar porque resulta que lo habían escogido para hacer una anuncio de una campaña propagandística sobre ahorro y eficiencia energética. Se ve que el perfil de Bertín con un caserón que necesita un carguero de gasoil para calentarla en invierno, pues que les cuadraba. Parece que los nuevos responsables en funciones del PP que sustituyeron al corrupto ministro de Industria José Manuel Soria han cancelado el anuncio. Ya ven qué pérdida. Nada se sabe de si Bertín ha tenido que devolver la pasta o como todavía no le habían pagado pues lo mismo la perdona a cambio de lo de los impuestos en Panamá y pelillos a la mar. Me da mucha rabia no poder ver a Bertín aconsejando que cerremos bien las ventanas para que no entre el frío o que usemos abanico en vez de ventilador. Estos son capaces de todo. Pero ojo a quienes piensen que la corrupción va a pasar factura a los partidos que han estado sosteniéndola, decirles que no sean ilusos. Aquí, facturas, las justas. A la gente no le importa que este país funcione en negro. Lo importante debe ser que les vaya siempre bien a los mismos.
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