han pasado más de veinte años: en octubre del 94, una serie diaria daba sus primero pasos. Y en los hogares vascos que conectaban con ETB-1 se colaba el nombre de un pueblo, Arralde, un bar, El boga, y miles de historias que durante este tiempo han hecho imaginar y soñar a miles de euskaldunes. Ayer, la jornada era igual de intensa, las grabaciones comenzaron como siempre, a las ocho menos cuarto de la mañana.
Las emociones se mezclaban porque eran los últimas horas, los últimos minutos. A las tres menos cuarto se apagaron las cámaras y los focos. Lo que estos últimos días ha grabado la productora Pausoka se emitirá en diciembre de este año, y será el punto y final de la serie más veterana de todo el Estado.
3.600 capítulos Pedro Fuentes, uno de los dos directores, llegó a la serie cuando esta iba por el capítulo 1.000 y se cerrará en diciembre con 3.600. “He estado desde septiembre del 99 en guion con Maite Duque y esta última temporada en la dirección de la serie. Hoy resulta un día triste porque vamos a cerrar una factoría que ha estado abierta durante casi 21 años. Se mezcla muchas emociones, hemos vivido muchas historias juntos, han pasado muchas personas por aquí. Hay escenarios muy reconocidos por los espectadores como el Boga, la última secuencia de hoy se ha rodado allí”.
El final de la jornada de ayer marca un antes y un después en la vida de actores, productores, técnicos, cámaras. “Acabábamos las grabaciones y en marzo comenzábamos a preparar las líneas maestras para la siguiente temporada. Ahora no, se ha roto esa rutina. Pero ha sido un tiempo precioso”. Pedro Fuentes ya no tendrá que tramar más historias en Arralde, un pueblo ficticio por el que han pasado más de setecientos actores. Miles de historias han llenado más de cien mil folios que los espectadores han seguido ávidos de emociones.
Los nuevos Goenkale ha renovado tramas y actores de forma constante. En septiembre, entró en escena una nueva familia, los Etxegarai. La actriz Karmele Aranburu, era una de ellos, más concretamente, Arantxa: “A partir de mañana (hoy) la transición a otras aventuras, esta a punto de acabar”. Karmele estaba encantada de haber entrado en una de las series más emblemáticas y entrañables de Euskal Telebista y reconoce que se sentía un poco triste. “Ha sido todo muy intenso, Goenkale es mucho trabajo en poco tiempo. Hemos trabajado a un ritmo frenético, con muchísimas secuencias, mucho que estudiar. Para mí han sido seis meses de dedicación exclusiva a esta serie, con lo bueno y lo malo que tiene eso”.
tristeza La actriz Nagore González ha dado vida en los últimos a Paola, un personaje que ha tenido entrada y salida en la serie para volver de nuevo: “Soy una chica que llegó a Arralde de un Erasmus que estaba haciendo en Italia, se volvió a marchar y ha vuelto. Es una chica muy alocada, muy maja, tiene un punto de gafe. Lo que pasa que es gafe para los demás, a ella no le ocurre nada malo, solo es los que están a su alrededor”, señala la actriz.
Tiene veintisiete años y lleva diez como actriz, ha seguido la serie de forma intermitente, hace tiempo porque la veía su madre que estaba en proceso de aprender euskera, después por ver a colegas de profesión que trabajaban en ella. Ayer sentía pena porque acabara su primer trabajo en televisión, “es un poco triste porque es una serie que ha formado parte de todos nosotros en algún momento”.
El último episodio, que se emitirá en diciembre de este año, será el punto y final para uno de los proyectos audiovisuales más intensos de la televisión. La jornada de ayer tuvo en Miramón un punto para la nostalgia por todos aquellos personajes que han desfilado por la pantalla del primer canal de Euskal Telebista. Hasta junio, se podrá seguir viendo los lunes por la noche y tras el descanso del verano volverán con la última entrega.
Los minutos finales de la grabación, que se centran en el Boga, son la última secuencia que pone punto y final a más de veinte años de televisión y apaga definitivamente los focos.