El origen de Navaridas se pierde en la memoria de la historia. Asentada sobre una pequeña colina, llamada El Cerrillo, es fruto de la fusión de dos antiguas aldeas poco pobladas: Navaridas de Suso y Navaridas de Yuso. La primera constancia escrita de este municipio data de 1366 cuando entonces era una aldea más de la villa de Laguardia. En 1676 logró su independencia y el título de villa.

Con una extensión de algo más de 9 kilómetros cuadrados, Navaridas se encuentra a medio camino entre la Sierra de Toloño (Cantabria) y el cauce del río Ebro a unos 45 kilómetros al sur de Vitoria-Gasteiz y a tan solo 20 kilómetros de la capital de La Rioja.

A su alrededor, se encuentran los municipios de Laguardia, Samaniego, Leza, Villabuena de Álava/Eskuernaga, o Elciego. Es territorio vitivinícola. De hecho, el 70% de su jurisdicción (unas 630 hectáreas) están dedicadas a las viñas.

Su ubicación estratégica en lo alto de la colina se ve reflejada en los yacimientos arqueológicos que datan de la Edad de Bronce y en los que la actividad vitivinícola ha sido siempre el eje económico de esta villa.

En la baja edad media, Navaridas vive momentos de esplendor económico y social como puede apreciarse en sus edificaciones civiles y religiosas como palacios, ermitas o su iglesia parroquial, conservando hoy en día abundantes casas del siglo XVII y XVIII. El 7 de diciembre se celebran “las mañas”, en las que se queman antorchas de espliego para purificar el pueblo de los malos espíritus. Al día siguiente, festividad de la Inmaculada Concepción, Navaridas festeja a su patrona.

En la actualidad, Navaridas alberga unos cuantos tesoros para todos los amantes del turismo rural y del enoturismo.

Yacimiento del castro de la Edad del Hierro (Alto de Castejón)

Esta zona arqueológica protegida fue descubierta en 2014 y calificada como Bien Cultural con la categoría de Conjunto Monumental. Este poblado de la Edad de Hierro contaba con 3 recintos defensivos y una cisterna tallada en la roca con capacidad para miles de litros de agua. Se han encontrado placas de hogar, hornos para el pan y otras labores artesanales, como la cerámica o el trabajo del hueso. Además, se han hallado evidencias de cultivo de cereal, ganadería, y restos provenientes de actividades de caza y pesca. Su período más representativo abarca de los siglos IX a V a.c..

Necrópolis de Santa Eulalia

Hasta ahora se han encontrado 27 tumbas antropomórficas, algunas de ellas sin saquear, excavadas en la roca y datadas en la época altomedieval (siglos V a X d.c.), justo a pie de la carretera A-3212, muy cerca de Navaridas. Los restos que se han encontrado permitirán a los arqueólogos averiguar cómo se vivía en esa población hace más de un milenio. El yacimiento se puede visitar.

Iglesia de la Inmaculada Concepción y ermitas

Se construye en tres épocas distintas: mediados del siglo XV, durante el siglo XVI y a finales del siglo XVII. Es interesante su retablo mayor barroco, con incrustaciones de oro. Y llama la atención sus dos portadas: una gótica y la otra barroca.

En el siglo XVIII, se decidió “modernizar” la entrada a la iglesia construyendo un nuevo acceso, una nueva portada, y optando por dejar la entrada gótica cegada. En el s. XVI se construyó una capilla lateral y un crucero, con unas bóvedas estrelladas. Se estuvieron realizando reformas durante casi 300 años, finalizando en el s. XVIII, dando una coherencia final al conjunto.

Casa Palacio de “Los Sodupe”

Ubicado en el centro del municipio, esta casa palacio edificio data del siglo XVIII, de estilo barroco. Fue el antiguo ayuntamiento de esta localidad. Es un caserón de tres plantas, de cubierta simétrica, y uno de los pocos edificios del pueblo que posee cueva o bodega en su interior.

En la actualidad alberga el Centro de Interpretación de Navaridas con una exposición sobre Alto de Castejón que permite a los visitantes conocer cómo vivía la sociedad entre los siglos IX y V a.c. en el momento más representativo del poblado. 

La Fuente Vieja

La Fuente Vieja DNA

Construida en XVI, con un aljibe y su acceso escalonado, sirvió para facilitar el suministro de agua a toda la población. Cuando el agua corriente llegó a las viviendas, la fuente cayó en desuso y fue olvidada hasta principios de este siglo. Se recuperó por iniciativa popular y en la que participaron presos de la cárcel de Nanclares de Oca.

Otros lugares de interés son la Ermita de San Juan de Ortega, patrón de la villa, del siglo XVIII, o la ermita de Santiago, en las afueras, muy cerca del yacimiento del alto de Castejón.