La tasa de abandono temprano educativo de Euskadi en la segunda etapa de la educación secundaria se sitúa en un 3,8%, la más baja del Estado español, donde se eleva al 12,6%. El análisis realizado por el servicio de estudios de Funcas, al que ha tenido acceso EFE, señala que en Euskadi se ha pasado de una tasa de abandono del 6,7% en 2023, al 5% en 2024, para bajar este año al 3,8%.
En 2023 solo Nafarroa tenía una tasa de abandono más baja que la CAV, pero ya en 2024 Euskadi encabezó el ranking de menor abandono educativo, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). La tasa de abandono de los alumnos vascos de secundaria se sitúa también muy por debajo de la media europea, que es del 9,3%.
Abandono escolar
El estudio, que analiza la evolución del porcentaje alumnos de 18 a 24 años que no ha completado la educación secundaria de segunda etapa, recuerda que en 2021 en EL Estado se situaba en el 13,3%, en 2022 subió al 13,9%, en 2023 volvió a bajar al 13,7% y en 2024 descendió hasta el 13%.
"En cualquier caso, el descenso no evita que España esté aún lejos del objetivo europeo del 9 % fijado para 2030", señala a EFE el director del área de Educación de Funcas, Ismael Sanz, que recuerda que "somos el segundo país con mayor tasa de abandono de la UE, solo mejor que Rumanía (16,8 %)".
Por otra parte, las diferencias territoriales son muy significativas, ya que en 2025 la brecha oscila entre el 20,6% de tasa de abandono temprano de Murcia y el 3,8 % que registra Euskadi. Cantabria (6,1%), Madrid (9,3%) o Nafarroa (9,6%) también registran tasas bajas, frente a cifras del 18,8 % de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
No obstante, hay comunidades que han realizado esfuerzos para reducir estas tasas, como es el caso de Andalucía que ha pasado de un 16,9% en 2023, al 15,5% en 2024 y al 14,8% en 2025. También Castilla y León ha mejorado su abandono escolar rozando el 9,7% este año, mientras que la Comunidad Valenciana lo ha reducido del 15% en 2023 al 13,8% en 2025.
Condicionantes
Funcas recuerda en su informe que el abandono escolar temprano está estrechamente vinculado al nivel educativo de las familias ya que los jóvenes cuyas madres solo tienen estudios primarios presentan una probabilidad de abandono 14 veces mayor que aquellos con madres con estudios superiores.
La Comisión Europea ha advertido de que tras la pandemia las tasas de absentismo prolongado (más de tres meses consecutivos sin asistir) aumentaron especialmente en la UE entre estudiantes desfavorecidos e incide en los peores resultados en el mercado laboral que tendrán estas personas, con menores ingresos y más desempleo.
Para frenar este abandono temprano el experto de Funcas reitera la necesidad de conjugar la reducción de ratios en las aulas y las tutorías personalizadas con incentivos a docentes experimentados en centros vulnerables. También la flexibilización de la FP y una orientación educativa adaptada al mercado laboral o programas de refuerzo, son medidas que apoyarían esta disminución.