La organización Zehar Errefuxiatuekin reclama "desde hace mucho tiempo vías legales y seguras" que sustituyan las rutas migratorias por el mar y "se habiliten políticas eficaces de reasentamiento", lejos de la "intervención de las mafias", así como de las "necropolíticas que llenan de muertes el Mediterráneo, el Estrecho o el Atlántico".

En declaraciones a Europa Press, el responsable del área jurídica de la organización, Javi Canivell, ha insistido además en la necesidad de proteger a las personas que llegan a Europa y el Estado español con "políticas eficaces de reasentamiento".

Además, ha pedido que se eliminen los visados de tránsito, la externalización del control migratorio y la externalización de las fronteras.

En su opinión, la política migratoria europea está recayendo sobre países como Marruecos, Turquía o Libia, que son "muy poco restrictivos con los derechos humanos y el control de las fronteras", y que se eliminen "las necropolíticas y se protejan a las personas que se han visto obligadas a llevar a cabo un desplazamiento".   

"CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE"

A pesar de que, ha afirmado, "parece muy lejano y complicado", pero hay un ejemplo de que "cuando se quiere hacer, se puede hacer", en referencia a Ucrania, a través de la Directiva europea 2001-55-CE. "Aquí tenemos una guerra relativamente cerca" y se ha activado una "directiva de protección temporal y se documenta a las personas" procedentes de este país "en plazos brevísimos, de apenas 48 horas".

"Si esto se puede hacer en este contexto, se puede hacer para otros países y para nacionales de otros ugares y víctimas de otros desplazamientos forzados", ha añadido.

Ha apuntado que cuando no existen estas vías que reclaman desde Zehar-Errefuxiatuekin, "intervienen las mafias y aumentan los riesgos en los desplazamientos".

En este sentido, ha defendido que habilitar estas vías son "una decisión política" y de ella "depende la vida de muchas personas". Con las "políticas necrológicas" que ha considerado que se están aplicando en la actualidad, "las personas están dañadas en el país de origen, en el tránsito y, en muchas ocasiones, también cuando llegan aquí", ha concluído.