La empresa vasca AVS ha establecido a las 12.42 horas de este sábado el primer contacto con el satélite Lur-1, el primero diseñado y fabricado íntegramente en Euskadi, tras ser lanzado al espacio este pasado viernes.

El Lur-1 fue lanzado al espacio a las 20.56 horas (hora peninsular) de este pasado viernes desde la base estadounidense Vandenberg en California, embarcado en el cohete Falcon 9 de la compañía Space X, fundada por Elon Musk.

Según han explicado desde AVS, minutos antes de las 22.00 horas, el cohete alcanzó la altitud prevista, de 515 kilómetros sobre la Tierra, se desplegó "como estaba fijado" una hora y 20 minutos tras el despegue, y entró en órbita nominal a una velocidad de 7 kilómetros por segundo, lo que le permitió completar su primera vuelta a la Tierra "en apenas 90 minutos".

Este sábado a las 12.42 horas, al paso de Lur-1 por Euskadi, se ha producido "el esperado contacto" con la señal entre el satélite y la sede de AVS en el Parque Tecnológico de Álava, "cumpliendo así el primer gran hito" en la trayectoria espacial de la compañía después de cuatro años de "intenso desarrollo científico y tecnológico", han valorado sus responsables.

Desde el propio centro de mando de la base espacial Vanderberg, el CEO de la compañía, Miguel Ángel Carrera, ha destacado el impacto de este "hito tecnológico" tanto para la propia empresa vasca como para Euskadi.

"Es un salto cualitativo extraordinario para AVS, que se suma a otros logros muy relevantes en los ámbitos de aceleradores y fusión. La llegada a Marte en el 2021 ya nos consolidó como proveedor de sistemas críticos para grandes misiones espaciales. Con la puesta en órbita del Lur-1, hemos conseguido demostrar nuestra capacidad de liderar una misión completa", ha remarcado Carrera.   

Lanzamiento de Lur 1 E.P.

Imágenes de alta definición

Lur-1, que AVS ha diseñado y fabricado íntegramente en Euskadi, ha sido concebido como un microsatélite de 57 kilos, el primero de la familia de plataformas Lur, para la captura de imágenes de alta definición de la Tierra, si bien, en principio, "el foco de la misión está puesto en la geograba de Euskadi, para contemplar la evolución del litoral, analizar controles de plagas y ríos o gestionar la distribución de cultivos", entre otros.

El satélite vasco incorpora antenas de diversas bandas (UHF, S y X) y un brazo desplegable para los paneles solares. Además, cuenta con una cámara multiespectral de siete bandas en visible e infrarrojo cercano con una resolución GSD de 1,5 m (Ground Sample System - Sistema de Muestreo Terrestre) y también un experimento de Comunicaciones Cuánticas 'QKD', desarrollado íntegramente por AVS.

En función de los datos aportados desde la compañía vasca, que cumple su 18º aniversario, en su diseño y fabricación se han invertido más de mil días de trabajo de "intensa innovación científica y espacial" y 8 millones de euros, de los que el 40% proceden de fondos públicos.

Cinco años de vida

El satélite ha sido diseñado para tener una vida útil de cinco años. Cumplido este plazo, será capturado de su órbita espacial para su posterior reentrada a la atmósfera, donde se desintegrará.

AVS se fundó en 2006 en la localidad guipuzcoana de Eibar, aunque se trasladó posteriormente a Elgoibar. Además de la sede guipuzcoana, cuenta con implantación en el Parque Tecnológico de Álava, Sevilla y Tenerife y filiales en el Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Su plantilla supera las 200 personas.

En palabras de sus responsables, "por derecho pleno es hoy uno de los grandes actores del llamado 'New Space', codeándose en los proyectos impulsados por la NASA o la Agencia Espacial Europea".