Las dos turistas vascas fallecidas en Tanzania son madre e hija, mientras que los dos supervivientes son el padre, con heridas graves en las piernas, y el hijo adolescente, con lesiones en las costillas más leves, según han informado a EFE fuentes próximas a la familia.

Toda la familia residía en Getxo, cuya alcaldesa, Amaia Aguirre, ha tenido conocimiento esta mañana de que las víctimas del accidente eran vecinas de la localidad, según han informado fuentes municipales.

El vehículo en el que viajaban "volcó y cayó de 600 metros de altura" en las inmediaciones del cráter de Ngorongoro. Según ha explicado este martes en Radio Euskadi un guía turístico que fue testigo del siniestro, el accidente ocurrió al término de un safari, en una zona de difícil acceso en la que "se necesita mucha experiencia para conducir".

"Saliendo del cráter hay una curva muy cerrada y una gran pendiente. Creo que el chófer no pudo cambiar las marchas del coche rápidamente; volvió hacia atrás, volcó y cayó hacia el cráter", ha detallado.

Tras lo ocurrido, los guías y testigos auxiliaron en un primer momento a los heridos. "Trasladamos a hombros a los heridos hasta arriba, a donde llegó la ambulancia del Gobierno para llevarlos al hospital", ha contado.

Según han explicado este martes a Efe fuentes próximas a la familia, la madre y la hija murieron en el accidente.

Padre e hijo, heridos

El padre tiene fracturas de huesos en las piernas y en un brazo, de pronóstico grave. El hijo, de 15 años, tiene lesiones en el pecho con rotura de costillas y posible perforación de pulmón, de pronóstico reservado.

El padre es médico en Bilbao, y los dos hijos, la hija fallecida y el chaval herido, estudian en el Colegio Francés, un centro privado ubicado en Zamudio.

La hija, de 17 años, había terminado este curso en el colegio e iba a ir a la universidad, mientras que el hijo ha cursado segundo de la ESO.