Euskadi está registrando una mayor tasa de suicidios entre los mayores de 60 años. Se trata de un nuevo grupo de edad a tener, por tanto, especialmente en cuenta y que se suma a aquellos donde ya se habían detectado niveles altos de suicidio.
Los jóvenes de entre 15 y 29 años y las personas de 40 a 49 años siguen registrando el mayor número de estas muertes por esta causa no natural, según ha develado la consejera en funciones de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco.
No obstante, Nerea Melgosa también ha querido poner el acento en que aunque la ideación suicida es mayor entre los menores de 50 años, superada esta barrera de edad hay una mayor prevalencia del suicidio consumado.
Datos reveladores
Estos datos para el análisis han sido aportados en el marco del sexto seminario para el abordaje de la prevención del suicidio. Organizada por Asafes, la Asociación Alavesa de Familiares y Personas con Problemas de Salud Mental, la cita está se desarrolla este viernes en el Palacio Europa de la capital alavesa, bajo el título 'Una mirada al suicido desde la práctica'.
Cabe destacar que la ideación suicida a partir de la mediana edad y en la vejez, según ha apuntado la propia consejera, se asocia a factores cada vez más intrínsecos a nuestra sociedad.
"La ideación suicida en la mediana edad y en la vejez se asocia con problemas funcionales como la soledad y el escaso apoyo social", ha apuntado Melgosa quien también ha recordado que estas personas hacen frente a "una gran cantidad de sufrimiento psicológico". En este punto, ha recodado que esa carga mental, ese sufrimiento desbordante, en muchas ocasiones, puede controlarse "con los tratamientos existentes".
Por otro lado, Melgosa ha señalado que el 90% de las personas que deciden quitarse la vida padecen un trastorno mental. En este sentido, ha destacado la importancia de "la prevención" de estas conductas, siendo una labor en la que no solo deben implicarse los profesionales, sino cualquiera del entorno de una persona con pensamientos suicidas.
Todos los que le rodean suponen un apoyo y, por tanto, pueden ayudar en estas situaciones, ha abundado.
Factores endógenos y ambientales
Ese apoyo puede resultar clave en el acompañamiento de una persona que presenta ideaciones suicidas. Tras insistir en la importancia de la prevención, otra recomendación remarcada por la consejera en funciones ha sido la de no restar importancia a las preocupaciones que dicha persona presente ni a los cambios de conducta que puedan resultarnos sospechosos.
El suicidio sigue siendo la primera causa de muerte no natural en Euskadi
En cuanto a los factores que elevan el riesgo de suicidio, Melgosa ha recordado que además de 'factores endógenos' - intrínsecos a la propia persona- hay elementos sociales que disparan el riesgo de suicidio.
Son los llamados 'factores ambientales' que pueden ir desde los problemas económicos, la precariedad laboral, el acoso escolar, así como otras preocupaciones sociales al alza. "Todo ello es caldo de cultivo de la desesperanza y la depresión que, a veces, lleva al suicidio", ha reconocido.
Estrategia vasca
Tras exponer estos datos - que revelan los altos niveles de ideaciones suicida y de suicidios consumados en la CAV-, Melgosa ha concluido su intervención destacando la importancia de que la CAV cuente con una 'Estrategia de prevención del suicidio en Euskadi' elaborada por el departamento de Salud, con las aportaciones hechas desde otros departamentos - como el de Políticas Sociales- y las realizadas por varios agentes sociales.
En este trabajo, según ha citado, han colaboraron también Aidatu, la sociedad vasca de suicidiología, y Biziraun, asociación de personas afectadas por el suicidio de un ser querido.