La consejera de Justicia, Nerea Melgosa, ha defendido el modelo vasco de reinserción de presos a través de asociaciones sociales en lugar de Centros de Inserción Social (CIS) -establecimientos penitenciarios en régimen abierto- como se hace en el Estado.

La consejera ha comparecido en el Parlamento Vasco para responder a una pregunta de Luis Gordillo (PP) sobre el modelo penitenciario vasco, tras asumir el Gobierno vasco hace dos años la gestión de las tres prisiones ubicadas en Euskadi.

En este tiempo, según el parlamentario popular "no se ve diferencia" respecto al modelo del Estado, y en cambio, ha habido muchas jubilaciones anticipadas y cinco agresiones a funcionarios en últimos meses.

También ha criticado Gordillo que la reinserción "se ha privatizado, porque no hay Centros de Integración social (CIS) en Euskadi -hay 33 en el resto de España, en los que trabajan funcionarios de prisiones-, sino que se ha dejado en manos de entidades de colaboración social, algunas con experiencia, otras de reciente creación", ha descrito Gordillo, quien ha pedido la creación de un CIS.

Reinserción

La consejera Melgosa ha respondido que una amplía mayoría del Parlamento Vasco adoptó ese modelo penitenciario vasco, que apuesta por el cumplimiento de las condenas de prisión en régimen de semilibertad, ya que considera que el régimen abierto favorece la reinserción y la no reincidencia.

Melgosa ha recordado a Gordillo que "no es lo mismo una asociación que una empresa", y ha defendido que este modelo de reinserción a través del tercer sector social "nos da singularidades y fortalezas, aunque le pese; es una red que facilita mucho el tránsito al régimen abierto".

De hecho, en 2024 se consolidará esta red de inserción social de los presos para favorecer la reinserción, con pisos de acogida para internos en semilibertad o de permiso que no dispongan de recursos habitacionales.

A 11 de septiembre de 2023, la población penitenciaria en Euskadi era de 1.577 personas, cuando hace dos años había 1.387 reclusos.

De ellos, un 14% se encontraba en condición preventiva, y un 86% estaba penados. Por prisiones, 869 reclusos cumplen condena en Zaballa (Araba) -la cárcel más grande y nueva-, 385 en Basauri (Bizkaia) y 323 en Martutene (Gipuzkoa).