"Cuando hablamos de personas dependientes pensamos en gente mayor. Pero atendemos a personas de todas las edades, y también a sus cuidadoras. Porque éstas son el pilar de la casa”. Así se expresa Alaitz Berganza, directora del centro EtxeTIC de Etxebarri, en Bizkaia.
El servicio de la Diputación foral de Bizkaia pretende ser un apoyo a los cuidados para la permanencia en el hogar. Reduciendo para ello la sobrecarga de la persona cuidadora, y retrasar la institucionalización no deseada. De ese modo, como explica la directora, el centro de Etxebarri “es centro de día al uso”, y por otro lado “servicio de apoyo en el hogar”. Un servicio que combina la asistencia presencial, y también telemática. Que pone en contacto a las personas dependientes, y sus cuidadoras con las profesionales.
“La dependencia es mucho más que personas mayores, nadie habla de los chavales con discapacidad”
Así, según cuenta la responsable, el grueso de los usuarios son personas mayores, “es una lógica natural”, sin embargo, hace hincapié en no restar importancia a las necesidades de jóvenes y menores con grado de dependencia por discapacidad. “La dependencia es mucho más que personas mayores, nadie habla de los chavales con discapacidad”, asegura.
Es el caso de David, un bilbaino de 17 años que nació “muy prematuro, con menos de 1 kg”, y como consecuencia, ha desarrollado una discapacidad visual del 45% además de problemas de aprendizaje. Como admite Sonia, su madre, cuando recibió una carta de la Diputación para que acudiesen al centro de EtxeTIC al principio no le convenció la idea. Y es que el centro tiene un horario de 9:00 a 17:00, cuando su hijo estaba en el colegio. Sin embargo, Alaitz le explicó que querían hacer “cosas nuevas”, y sobre todo, “no solo con personas mayores”.
Y a partir de ese momento, “mi vida cambió”, asegura Sonia. Le propusieron que David fuese como voluntario a estar con los mayores del centro una vez a la semana, porque los psicólogos le recomendaban que socializase lo máximo posible, que no se quedase en casa.
“Ha encontrado esa ilusión de futuro, y a mí me ha quitado un peso de encima enorme”
En ese momento, se encontraba en un momento trascendental, acabando cuarto de la ESO, y Sonia asegura que estaba muy preocupada por su futuro. Bachiller era demasiado complicado para él, pero tampoco estaba preparado para trabajar en alguna profesión como carpintería, por sus problemas de visión, y también motrices. Sin embargo, empezó a estar con los mayores del centro y, como sostiene Sonia, a David le gustó tanto el voluntariado iniciado el pasado año, que decidió estudiar un grado sociosanitario. “Ha encontrado esa ilusión de futuro, y a mí me ha quitado un peso de encima enorme”, cuenta emocionada. Y es que subraya que “psicológicamente me ha ayudado mucho, de pensar qué va a ser del crío, ahora se nos ha abierto una puerta. Ha sido un desahogo enorme, ha cambiado muchísimo mi vida”.
Y no es lo único que destaca la bilbaina. Además del día del voluntariado, en verano organizaron colonias, y los miércoles reúnen un grupo de jóvenes en el centro, para que jueguen a juegos de mesa, socialicen entre ellos... “Para el respiro familiar es fundamental”, destaca Sonia. Y es que es madre soltera, por lo que “para conciliar el trabajo está muy bien, él va contento, se desestresa, se relaja, y yo tengo mi ratito. ya sea para trabajar o para hacer cualquier cosa, porque con esta edad no quiere estar todo el rato con su madre”. Además, subraya el apoyo que le brindan desde el centro: “Como familia me siento escuchada, y que mejoran mi día a día”.
“Como familia me siento escuchada, y que mejoran mi día a día”
Y es que ponen el foco en las necesidades de cada usuario al que atienden desde el centro. Sea cual sea su edad, o grado de dependencia. Así las cosas, para cumplir con el objetivo del servicio, reducir la sobrecarga de las cuidadoras, y retrasar la institucionalización no deseada, el equipo del centro cuenta con diferentes perfiles. Trabajadoras sociales, psicóloga, gerocultora, nutricionista, terapeuta ocupacional y monitora de actividades. De hecho, organizan decenas de actividades: baile, taller de costura, de yoga... Y es que Berganza insiste también en la importancia de las primeras, a las que considera el pilar de la casa: “También necesitan reírse”.
En corto
Centros EtxeTIC. Tras el centro de Etxaniz, en Bilbao, el de Etxebarri y el de Zalla, las siguientes incorporaciones al modelo etxeTIC se ubicarán en Basauri y Mungia. Además, el servicio se ampliará con Ugao, Estartetxe en Leioa, Bizigura en Abanto, Karmelo en el barrio bilbaino de Santutxu, Sestao Berria y Ondarroa.