El Juzgado de Instrucción 15 de Barcelona investiga una querella de la Fiscalía contra un obrador de panadería y pastelería de la calle Urgell de la ciudad y contra su propietario por contaminación acústica.

La querella, consultada por Europa Press, le atribuye un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por el ruido y dos presuntos delitos de lesiones por los efectos en la salud mental que tuvo en dos vecinos que no podían dormir por el ruido.

El fiscal expone que el local tenía licencia para funcionar como obrador desde 1993 y ha recibido desde 2018 quejas de los vecinos de la finca, que en varias ocasiones han requerido a la Guardia Urbana por los ruidos en el local.

A raíz de estas quejas, inspectores del distrito del Eixample constataron que el sonido de la maquinaria superaba los decibelios permitidos.

La querella expone que el ruido de la maquinaria causaba molestias por los patios interiores y vibraciones en los pisos superiores y, tras varias inspecciones, en octubre de 2020 el distrito ordenó a la empresa que tomara medidas para corregir los ruidos.

Después de varios advertimientos y tras constatar que el responsable del local no había "ejecutado en su totalidad" las correcciones encargadas, el local fue precintado en diciembre de 2022.