- El Ejecutivo español está en contacto con las autoridades canadienses con la intención de aprovechar cualquier oportunidad para retomar las labores de rescate de los 12 tripulantes tras el naufragio del Villa de Pitanxo en Terranova, una petición de la Xunta y sobre todo de las familias, indignadas por una búsqueda de solo 36 horas y por la falta de información. “Estamos en contacto con las autoridades canadienses en todo momento para seguir de cerca la situación y ver si hay una ventana de oportunidad”, deslizó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en su visita a la cooperativa de armadores Arvi.

Un paso más allá fue el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien conminó en su comparecencia en Santiago, tras la reunión semanal con su equipo de gobierno, a “intentar ampliar un poco” las labores de búsqueda en la aguas de Terranova “con medios propios o ajenos”, apelando para ello a razones humanitarias.

El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, precisó que la Embajada de España en Canadá ya había hecho gestiones para estirar el plazo 13 horas más de lo que las autoridades canadienses tienen protocolizado para esa zona concreta. El ministro mantuvo una reunión en la sede de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) con representantes del sector y allí estuvieron, entre otras autoridades, el delegado del Gobierno en Galicia; la conselleira del Mar, Rosa Quintana; el alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva.

La reunión, dijo Planas, sirvió para “compartir el dolor, la pesadumbre, que tenemos todos, que tiene toda España por esta tragedia que nos recuerda hasta qué punto la actividad pesquera no solo es dura sino que además es muy peligrosa”. Preguntado repetidamente por las posibilidades de que se reanude la búsqueda de los tripulantes desaparecidos, cancelada anoche, Planas explicó que las autoridades canadienses han trasladado a las españolas que las condiciones del mar son actualmente de “extremo peligro”, como lo han sido en los dos últimos días.

“Es una decisión de la autoridad de rescate, en este caso de la autoridad canadiense”, señaló Planas, quien subrayó que el Gobierno de España está en “estrecho contacto con las autoridades canadienses de cara a aprovechar cualquier ventana de oportunidad que pudiera existir al respecto”. En Marín, otra de las paradas de Planas, pues allí tiene su base el Villa de Pitanxo, que es del Grupo Nores, los parientes de la dotación de a bordo se han dirigido por propia iniciativa a la prensa para denunciar que no notan cooperación ni amparo. Cristopher González, hijo del engrasador del arrastrero, Fernando González, al igual que su hermano Kevin, dijo que “lo único que pedimos” es que haya “transparencia” en la información del naufragio porque “nos pidieron calma y la mantuvimos dentro de esta complicada situación”. Censuró a continuación que “vemos información por todos lados y nosotros no tenemos ninguna”. “Estamos pasando un dolor muy grande por las pérdidas y esto todavía lo acrecienta más”, señaló junto a él María José de Pazo, hija del jefe de máquinas del barco, Francisco de Pazo, el de mayor edad de toda la dotación.

Arropada por numerosos allegados de los marineros, María José reprochó que el Gobierno “calle y aplauda” que se haya abandonado la búsqueda “en menos de 48 horas” utilizando como “excusa” que sus familiares “no están vivos”. “Desafortunadamente ya sabemos que no están vivos, pero son doce personas que no merecen que se les abandone”, señaló la hija del jefe de máquinas del barco. Los tres supervivientes del hundimiento, el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el ghanés Samuel Kwesi, y los nueve cuerpos recuperados se dirigen rumbo al puerto de Saint John’s de Terranova (Canadá).

Rumbo a casa. El ghanés Samuel Kwesi, el tercer superviviente del naufragio del Villa de Pitanxo en Terranova, se encuentra “bien” aunque “confuso y emocionado”. Así lo relató el pastor de la iglesia evangélica de Marín, Julio Torres, que habló con el marinero, antes de la reunión que las familias de las víctimas mantuvieron en la Autoridad Portuaria de Marín con el ministro de Pesca, Luis Planas. “Estaba emocionado y agradecido”, reiteró Torres, que entiende que el marinero ghanés, que está muy integrado en su comunidad religiosa, está afrontando “demasiadas emociones”. Kwesi, que tiene unos 30 años, pudo además comunicarse con su esposa en Ghana, en donde también residen sus cinco hijos.