El conseller de Educación de la Generalitat, Josep Gonzàlez-Cambray, ha lamentado este martes que el Tribunal Supremo (TS) haya reafirmado la obligación de un mínimo del 25% de enseñanza en castellano dentro del sistema educativo de Catalunya que fijó el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) el pasado diciembre.
En una rueda de prensa este martes en el Palau de la Generalitat acompañado de la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, Gonzàlez-Cambray ha afirmado que el tribunal no ha admitido el recurso de casación del Govern contra la sentencia del TSJC.
"Es un grave ataque a los fundamentos de la escuela catalana perpetrado por un tribunal alejado y desconocedor de la realidad de los centros educativos catalanes", ha lamentado el conseller, que ha afirmado que en Catalunya no hay un conflicto real sobre la lengua.
Ha sostenido que los centros deben seguir trabajando como hasta ahora y no deben cambiar sus proyectos lingüísticos, porque la enseñanza "no va de porcentajes".
El catalán, "factor cohesionador"
Gonzàlez-Cambray, que ha defendido el modelo de la Generalitat y ha dicho que la lengua catalana actúa como factor cohesionador, ha dicho que la decisión del tribunal es una muestra más de la necesidad de una Cataluña independiente --en sus palabras--.
El conseller ha explicado asimismo que ha hablado con la ministra de Educación, Pilar Alegría, quien le ha transmitido que quiere dar cumplimiento a la nueva ley estatal, la LOMLOE, que pide "garantizar el aprendizaje y lograr los conocimientos de lengua catalana y la castellana".
Garriga, a su vez, ha dicho que el catalán es una prioridad del Govern y ha anunciado que se ha convocado una reunión este mismo martes a las 19.30 horas con las entidades a favor del catalán y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
En opinión de los consellers, es necesario "reforzar el catalán en las aulas" y han recordado que se ha impulsado un plan a tal efecto, frente a los datos que revelan un retroceso del uso del catalán en el entorno escolar.