BERMEO - Cuando se cumplen ocho años del secuestro del atunero vasco Alakrana a manos de piratas somalíes, la actividad de la flota atunero-congeladora en aguas del Océano Índico continúa amenazada. En la mañana de ayer el atunero de Bermeo Galerna III, perteneciente a la empresa Albacora, fue perseguido por un esquife pirata cuando faenaba a la pesca de túnidos tropicales en aguas internacionales, a unas 400 millas al noroeste de las Islas Seychelles.

Al filo de las nueve de la mañana (6.00 horas en Euskadi) el patrón del pesquero fue advertido por un miembro de la seguridad privada del buque de la presencia de una embarcación sospechosa a apenas una milla de la popa del atunero. Inmediatamente se puso en marcha el protocolo de seguridad establecido para casos de amenaza pirata y los miembros de la tripulación corrieron a refugiarse al lugar más seguro del barco.

El patrón del pesquero abrió máquina para tratar de alejarse de la zona e inmediatamente avisó al Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima de la Armada española. Asimismo, los tres miembros de la seguridad privada del buque se prepararon para impedir que el esquife pirata continuara aproximándose a la popa del pesquero. Cuando los piratas se situaron a menos de mil metros del Galerna III los responsables de la seguridad del atunero abrieron fuego disuasorio a la proa de la embarcación pirata. Tras varias ráfagas de ametralladora los piratas cejaron finalmente en su empeño y abandonaron la persecución.

Desde el atunero vasco constataron la presencia en la zona de un buque nodriza desde el que probablemente lanzaron al agua el esquife. “Ha sido un buen susto porque han aparecido de la nada y se han colocado a menos de una milla del barco. Afortunadamente, el protocolo de seguridad ha funcionado correctamente y los piratas abandonaron la persecución tras los tiros de advertencia realizados por los miembros de la seguridad privada que tenemos a bordo”, explicaron desde el Galerna III.

Aguas internacionales El incidente se produjo en aguas internacionales y desde el atunero bermeano advirtieron de la presencia de piratas al resto de embarcaciones atuneras que se hallaban en la zona para que extremaran las medidas de seguridad. La persecución sufrida ayer por el pesquero bermeano rompe un periodo de relativa tranquilidad en aguas del Océano Índico. “El incidente de ayer demuestra bien a las claras que la amenaza pirata no ha desaparecido en las aguas del Océano Índico. No podemos relajarnos ni bajar la guardia porque los piratas continúan acechando a la espera de aprovechar cualquier despiste por nuestra parte para hacerse con alguna embarcación”, aseguraban ayer fuentes del sector atunero-congelador.

En esta época del año las aguas del Océano Índico presentan un estado de calma que favorece la actividad de los piratas que actúan desde la costa de Somalia. En este momento, buena parte de la flota atunero congeladora que faena en aguas del Océano Índico permanece amarrada en Seychelles tras haber agotado las posibilidades de pesca de rabil establecidas para la flota que faena bajo pabellón español. Los pesqueros reanudarán la actividad el próximo uno de enero.

El atunero Galerna III es un moderno pesquero de 96 metros de eslora construido en 2014 y forma parte de la flota de atuneros congeladoras de la empresa bermeana Albacora. Cuenta con una tripulación compuesta por 33 hombres a los que hay que sumar los tres miembros de la seguridad privada del barco.