madrid - La llegada de más de un millón de inmigrantes y refugiados a Europa durante el año 2015 supuso un lucrativo negocio para las mafias que se dedican al tráfico de personas, según de un informe conjunto de Europol e Interpol. De acuerdo con los hallazgos del Informe sobre redes de tráfico de personas, el resultado anual de esta práctica fue de unos 6.000 millones de dólares (5.300 millones de euros) en 2015, lo que supone una de las actividades más lucrativas para el crimen organizado en Europa.

Además, según el resumen del informe publicado este martes, se ha constatado que el 90% de los inmigrantes que viajaron a la UE lo hicieron gracias al trabajo de redes criminales, quienes están organizados en redes conectadas de forma muy laxa.

La estructura de estas redes incluye a líderes que coordinan libremente las actividades en una determinada ruta, organizadores que gestionan las actividades localmente a través de contactos personales y facilitadores oportunistas de bajo nivel.

negocio multinacional Además, este contrabando de personas es un negocio multinacional, ya que se ha podido comprobar que hay sospechosos implicados procedentes de más de un centenar de países. Quienes participan en esta actividad ilegal normalmente han tenido alguna conexión previa con otro tipo de delitos, según el informe.

Interpol y Europol han constatado que las rutas migratorias clave identificadas como los principales corredores para el tráfico de inmigrantes son fluidos y se ven influenciados por factores externos, como pueden ser los controles fronterizos, y que quienes llegan a través de estas mafias son vulnerables a la explotación sexual y laboral para devolver su deuda. Por último, el informe aborda una de las grandes preocupaciones actuales: “aunque no está probada una relación sistemática entre tráfico de personas y terrorismo, hay un creciente riesgo de que terroristas extranjeros puedan usar los flujos migratorios para entrar o regresar a la Ue”, sostienen.

Para el director de Europol, Rob Wainwright, el informe “envía un claro mensaje a la UE y los estados miembro de que debemos combatir estas redes en los términos más firmes posibles”. - E.P.