bilbao - ¿Qué supone esta condecoración?

-Es un orgullo personal y un reconocimiento a la sanidad vasca y a los profesionales de Osakidetza que desarrollan una gran labor en el seguimiento y el tratamiento de los pacientes con hepatitis C crónica.

Lleva usted desde 1988 como responsable de la Lucha contra el Sida en Euskadi y ahora de la hepatitis.

-Va a hacer 29 años y he tenido la suerte de tener unos jefes y unos compañeros con los que desarrollar un buen trabajo en equipo. Todo lo que sé lo he aprendido de ellos. Y eso es lo que hace que las cosas funcionen.

Le ha tocado vivir los momentos más duros del sida.

-Sí, porque aunque nos hayamos olvidado, las primeras épocas del sida fueron muy duras. Además nos tocó desde escolarizar a los niños seropositivos, a tener que superar el temor de algunos profesionales sanitarios para atender a pacientes infectados por el VIH.

Entonces la supervivencia era de poco más de dos meses desde que los pacientes eran diagnosticados.

-Sí, pero después también nos tocó vivir una época muy bonita cuando en 1996 empezaron a aparecer nuevos tratamientos, algo absolutamente inédito en la historia de la medicina, y seguramente uno de los mayores cambios que se han producido. Permitieron que personas que agonizaban y pesaban 35 kilos, en cuatro meses pasaran a 60 kilos y todavía puedan seguir viviendo hoy.

Y ahora saborea las mieles del éxito de los nuevos tratamientos contra la hepatitis C.

-Además con la hepatitis es posible que ocurra algo que pasa muy excepcionalmente en la historia de la medicina y es que consigamos hacer desaparecer la enfermedad. Creo que la única vez que la humanidad ha conseguido erradicar una ha sido la viruela en 1976, pero desde luego, en el mundo occidental, es posible que la hepatitis C sea la segunda. Verdaderamente estamos ante un hito histórico porque estamos consiguiendo un 91% de curaciones.

Hay que esperar doce semanas para comprobar la curación.

-El tratamiento habitualmente dura doce semanas, y luego hay que esperar otros tres meses para hacer más análisis y comprobar si es definitivo. Pero estamos viendo, entre los más de 1.400 pacientes tratados con los nuevos fármacos, que arrojan esas tasas de curación.