vitoria - Tanto en Euskadi como en el conjunto del Estado español, el perfil mayoritario de las personas que acuden a Cáritas para encontrar un empleo y abandonar la exclusión social a través del trabajo es el de una mujer de entre 36 y 45 años y con estudios básicos. En lo que el País Vasco se diferencia del resto de comunidades autónomas es en que aquí los inmigrantes aún superan a los autóctonos en el grupo de personas que el año pasado participaron en las acciones de empleo y formación de Cáritas.

Jorge Torralbo, responsable del Área de Empleo de Cáritas Bizkaia, explicó que en los últimos tiempos las personas de origen español que buscan la inserción laboral en su organización se han ido igualando con las de procedencia extranjera, que eran mayoría en los primeros años de la crisis, hasta superarlas ligeramente. Así, en el Estado y según los datos de Cáritas confederal, de las 70.791 personas acompañadas por los servicios de empleo en 2014, el 53% son de origen español, mientras que en 2009 suponían un 23% del total de usuarios atendidos. En Euskadi, sin embargo, el reparto es el contrario: el 57% de los usuarios de los servicios de empleo de Cáritas son inmigrantes y el 43% tiene origen estatal.

los más vulnerables El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, que presentó ayer en Madrid el informe Cáritas con el empleo 2014, destacó que, a pesar de los datos positivos de creación de empleo y crecimiento económico, la situación es muy grave para los casi 1,8 millones de hogares españoles que tienen a todos sus miembros activos en paro, los 770.000 hogares sin ingresos y las personas que tienen un empleo pero siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza. La coyuntura económica muestra “signos favorables”, pero “la recuperación no está llegando a las personas más pobres, más vulnerables y más frágiles”, que están “engrosando la lista del olvido”, añadió.

Por su parte, Jorge Torralbo indicó a DNA que en Euskadi la mayoría de las personas que requieren ayuda para insertarse en el mercado laboral son extranjeras porque “con la crisis las primeras personas que se quedaron sin trabajo fueron las que estaban en peor situación, las más precarias y con menos cualificación y normalmente la población inmigrante es la que está más a menudo en situación de vulnerabilidad y pobreza”. “Los inmigrantes -explicó- son los que se acercan más al perfil de persona castigada por la crisis”. En su opinión, la existencia de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) también ha contribuido a que entre los demandantes de empleo que recurren a Cáritas el porcentaje de personas de origen autóctono sea menor que en el Estado. “La RGI es un colchón muy importante al que los ciudadanos de aquí que la necesiten pueden acceder de forma rápida, mientras que para los inmigrantes es más complicado y les exige más tiempo, por eso hay más extranjeros en situación de vulnerabilidad”, agregó.

Otra característica propia de los servicios de empleo para personas vulnerables en el País Vasco es que llevan años apostando por las empresas de economía social, mientras que en el resto del Estado prácticamente acaban de descubrir las bondades de esta modalidad empresarial. “La apuesta por la creación de empleo a través de la economía social es algo reciente en la Cáritas española, mientras que en Euskadi se lleva haciendo mucho tiempo debido a la existencia de una tradición ligada al movimiento cooperativo y porque sabemos que para algunas personas el mercado laboral ordinario no sirve y había que articular espacios propios, espacios de economía social”. Jorge Torralbo destacó que en el último año ninguna de las empresas de economía social en las participa Cáritas de Euskadi ha perdido empleo.

Por otro lado, un total de 4.824 personas, de las que más de un 64,49% son mujeres, han participado en las acciones y proyectos del Plan de Empleo de Cruz Roja Bizkaia desde su puesta en marcha en el año 2007 y de ellas, un total de 521 personas han accedido a un empleo. En Gipuzkoa participaron 8.500 personas y cerca de 2.000 personas lograron trabajo. A nivel estatal, el Plan de Empleo de Cruz Roja cumple quince años de actividad y a lo largo de estos años, ha habido más de 411.000 personas participantes, de las que más un 55,37% han sido mujeres, según indicó Cruz Roja a través de un comunicado.

Atendidos. Un total de 70.791 personas en situación de precariedad fueron atendidas por los servicios de empleo de Cáritas en 2014 y, de ellas, 13.681 lograron un puesto de trabajo.

Perfil. El 65% de los participantes de los proyectos de empleo en 2014 eran mujeres, un 53% españoles (28 puntos más que en 2009) y un 49% contaban con un nivel de formación bajo.

Euskadi. Los usuarios de los servicios de empleo de Cáritas en Euskadi también son en su mayoría mujeres de entre 36 y 45 años, pero el 57% tiene procedencia extranjera.

El mercado laboral ha endurecido las condiciones de acceso para aquellos grupos que cuentan con un menor nivel formativo o que acumulan largos procesos de exclusión social.