Madrid - El incremento del diagnóstico de cáncer de mama entre mujeres jóvenes, que suman ya el 18,6% de todos los casos, ha disparado la preocupación por uno de los efectos secundarios del tratamiento más comunes; la menopausia precoz, que rompe, en muchas ocasiones, el proyecto de vida de estas mujeres. De los 26.000 casos de cáncer de mama que cada año se diagnostican en España, más de 4.600 corresponden a mujeres menores de 45 años, cuando muchas de ellas aún no han decidido si quieren ser madres o tener mas hijos.
Lo que muchas de ellas no saben, una vez que se les ha diagnosticado la enfermedad es que, en un alto porcentaje de casos, el tratamiento que las curará también les provocará una menopausia precoz. “Cuando el resultado de anatomía patológica es un cáncer de mama, realmente el shock es enorme” para la paciente, relata Patrizia Bressanello, psico-oncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer, con motivo del Día Internacional del Cáncer de Mama.
“Al principio supone un shock a nivel emocional que es casi como irreal. Esto no me puede estar pasando a mí... a ver si me despierto ya de esta pesadilla... pero luego aparecen un montón de temores y los principales están relacionadas con la posibilidad o no de curación”, explica.
curación Una vez que el pronóstico está claro es cuando aparecen otras dudas: qué tratamiento me pondrán, cómo voy a reaccionar a la medicación, qué secuelas tendrá... Y, en el caso de las mujeres jóvenes, otra de las preguntas que se plantean es si podrán ser madres una vez que finalice el tratamiento. “Es una duda que afecta a su proyecto de vida porque en muchas ocasiones se les diagnostica cuando se están planteando la posibilidad de ser madres” y estos planes se ven en muchas ocasiones modificados de forma temporal o definitiva.
También el psico-oncólogo del Hospital Universitario de La Paz Javier Barbero explica que, aunque el pronóstico del cáncer de mama es bueno, “supone un cambio de rumbo de las expectativas vitales”. Subraya que hay muchas mujeres para las que el hecho de ser madres es algo central en su vida y la perspectiva de una menopausia precoz les obliga a “redefinir sus proyectos”. “Hay una experiencia de duelo de sus propias expectativas y tienen que gestionar ese duelo”, relata.
En todo caso, Bressanello recomienda a todas estas mujeres que pregunten y se informen “para que la duda no aparezca a posteriori”.
En esta cuestión abunda también la presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), Roswhita Britz, que reivindica programas de información detallada sobre la preservación de la fertilidad antes de iniciar un tratamiento. Britz señala que la Seguridad Social ofrece a las pacientes la posibilidad de preservar los óvulos o los embriones, pero se queja de la escasez de información a las pacientes. “Es imprescindible que los oncólogos informen a las mujeres antes de iniciar el tratamiento”, subraya la presidenta de Fecma, quien explica que el papel de las asociaciones en este aspecto es limitado, ya que las mujeres suelen acudir a ellas después de haber recibido el tratamiento.
Bressanello apunta, por su parte, que las posibilidades de ser madre después de un tratamiento varía de una mujer a otra en función de la edad o el tipo de tratamiento y que, para ayudar a las pacientes a afrontar esta situación de la mejor manera posible, es fundamental la orientación psicológica.